El Gobierno confirmó este lunes que en enero de 2025 se pagará un bono extraordinario de hasta $70.000 a jubilados y pensionados, continuando con la medida implementada desde marzo de este año. Según el Decreto 1133/2024, publicado en el Boletín Oficial, el monto no será ajustado por inflación ni estará sujeto a la movilidad jubilatoria. El bono está dirigido a beneficiarios de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS), incluyendo titulares de pensiones no contributivas y la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM).
“Recibirán el bono aquellos titulares cuyas prestaciones vigentes sean iguales o inferiores al haber mínimo previsional garantizado, establecido en $265.907,01 para enero de 2025”, detalla el decreto. Para quienes perciban ingresos superiores a ese monto, el bono será ajustado para completar la suma equivalente al haber mínimo más el bono máximo. Además, en el caso de pensiones con varios beneficiarios, estos serán considerados como un único titular para el cálculo. El carácter del bono será no remunerativo, no podrá ser descontado ni será computable para otros conceptos, según aclararon desde el Ejecutivo.
El Gobierno justificó la continuidad de esta medida como “una compensación frente a los efectos adversos de la Ley N° 27.609 de Movilidad Jubilatoria sobre los ingresos de los adultos mayores de menores recursos”. En diciembre, este bono alcanzó a 5 millones de jubilados y pensionados cuyos ingresos no superaban los $329.599. La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, aseguró que el refuerzo es clave para paliar los impactos económicos en un sector especialmente vulnerable.
Ajuste en haberes y prestaciones para 2025
Además del bono, el Ejecutivo anunció un incremento del 2,43% en los haberes mínimos y máximos de los jubilados, basado en el índice de inflación de noviembre. De acuerdo con la Resolución 1247/2024, el haber mínimo será de $265.907,01, mientras que el máximo ascenderá a $1.789.302,46. Las bases imponibles mínima y máxima se actualizarán a $89.557,43 y $2.910.574,49, respectivamente.
En cuanto a la Prestación Básica Universal (PBU), esta será de $121.640,32 a partir de enero, y la PUAM subirá a $212.725,61. Estos ajustes buscan acompañar el contexto inflacionario y sostener el poder adquisitivo de los beneficiarios, aunque las medidas han generado críticas por su insuficiencia para cubrir la pérdida real del poder de compra.