Dos ciudadanos rusos están siendo investigados por intimidación pública tras un confuso episodio ocurrido en la madrugada del domingo en el Congreso de la Nación. Según se informó, los individuos reclamaron por un dron que habría quedado extraviado en una terraza del Senado. Este hecho generó suspicacias entre las autoridades, quienes dieron aviso a la Policía Federal, que intervino y localizó el dispositivo: un dron marca DJI, modelo MAVIC Mini PRO4, equipado con memoria SAMSUNG de 128 GB y capacidad para filmar y grabar audio.
Ante la situación, la vicepresidenta Victoria Villarruel solicitó que se judicializara el caso, y la denuncia recayó en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 2, a cargo de Sebastián Ramos. El juez ordenó el secuestro del dron y abrió una causa por intimidación pública para identificar a los responsables. Según un parte informativo de la División Seguridad y Custodia del Senado, en un primer momento no se tomaron los datos de los ciudadanos rusos, a quienes se les indicó que regresaran en horario diurno. Mientras tanto, técnicos especializados inspeccionaron el aparato para descartar riesgos adicionales.
Dudas sobre la seguridad en el Congreso
El episodio despertó interrogantes sobre la efectividad de las medidas de seguridad en torno al Congreso. Fuentes legislativas señalaron como “extraño” que la custodia, compuesta por agentes de la Policía Federal, no detectara la presencia del dron sobrevolando el Palacio Legislativo. “Lo raro es que dos ciudadanos extranjeros puedan operar un dispositivo de grabación en una zona tan sensible sin ser advertidos”, comentaron desde el entorno parlamentario.
Aunque los imputados fueron notificados de que podrán retirar el dron el lunes en sede judicial, el incidente encendió alarmas en un contexto de tensiones recientes. Hace pocos días, la Embajada de Rusia protagonizó un conflicto diplomático cuando dos de sus representantes se negaron a realizarse un test de alcoholemia en controles de tránsito. Este hecho, sumado a un antecedente de espionaje relacionado con agentes rusos en Argentina, ha alimentado especulaciones sobre posibles actividades no declaradas por parte de ciudadanos de ese país.
Ironías y tensiones políticas
La vicepresidenta Villarruel, quien denunció el episodio, fue objeto de comentarios dentro del Congreso. “En cualquier momento no son rusos, son villarruelines”, ironizó un legislador opositor, aludiendo a la maniobra política detrás del manejo del caso. La figura de Villarruel ha estado en el centro de las controversias, especialmente tras su reciente enfrentamiento con Patricia Bullrich por cuestiones relacionadas con seguridad nacional.
Mientras tanto, el caso sigue bajo investigación, y las autoridades buscan aclarar las intenciones de los ciudadanos rusos, al tiempo que se refuerzan las medidas de seguridad en torno al Parlamento.