Tras cinco años en vigencia, el Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAÍS), creado mediante la Ley 27.541 durante la gestión de Alberto Fernández, dejó de regir este lunes 23 de diciembre. El tributo, que había sido implementado como una medida “temporal” para desalentar la demanda de divisas, gravaba con un 30% la compra de dólares para ahorro y bienes o servicios adquiridos en el exterior. Con su eliminación, el dólar tarjeta experimentó una reducción del 30%, ubicándose en $1.358, resultado de la cotización oficial más la percepción del 30% a cuenta de Ganancias, que permanece vigente.

El impuesto había ampliado su alcance en 2023, incorporando una alícuota del 7,5% para importaciones, servicios de fletes y ciertos pagos profesionales, y en casos específicos alcanzó el 25%. Sin embargo, su vigencia finalizó oficialmente tras la decisión del presidente Javier Milei de no renovarlo, cumpliendo con su fecha de caducidad. “Este cambio marca un avance hacia una economía más normalizada”, señaló Fundación Libertad y Progreso, destacando que su eliminación podría contribuir a una menor inflación a mediano plazo.

Efecto en precios y consumo

La eliminación del impuesto genera expectativas en torno a una reducción de costos que podría trasladarse a los precios, especialmente en productos importados. Sin embargo, expertos advierten que el impacto no será homogéneo. Desde la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) anticiparon que el efecto dependerá de las cadenas de valor. Por su parte, supermercados reportaron rebajas puntuales de entre el 2,4% y el 10% en alimentos importados tras la reducción previa del 17,5% al 7,5%, aunque aclararon que el surtido de estos productos sigue siendo limitado.

En cuanto al consumo externo, la baja en el dólar tarjeta beneficiará a quienes realicen compras en plataformas internacionales y servicios de streaming. Sin embargo, el acceso al dólar MEP, más competitivo en términos de cotización, reduce la proporción de consumidores que optan por pagar en pesos, impulsando el uso directo de dólares para evitar cargas impositivas.

Recaudación y desafíos fiscales

El Impuesto PAÍS representó una fuente creciente de ingresos para el Estado, pasando del 2% de la recaudación total en 2020 al 5,1% en 2024, según datos de la ex AFIP. En noviembre, recaudó $389.468 millones, lo que representó un aumento del 97,6% interanual. Su eliminación plantea un desafío para compensar la pérdida fiscal, estimada en el 1,2% del PBI, a través de nuevos ingresos o ajustes en el gasto público. “Con menor inflación, la pérdida de recaudación sería compensada por impuestos más sanos, como Ganancias e IVA”, concluyó la Fundación Libertad y Progreso, destacando la importancia de esta decisión en el camino hacia una economía más estable.