La soja enfrenta un panorama complicado: precios bajos, altos costos y el impacto de las retenciones

A pesar de las buenas condiciones climáticas y el avance en la siembra de soja, los productores argentinos atraviesan un panorama complejo, con un mercado internacional de precios bajos y una creciente presión por los costos de producción. Según los datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el 76% de la superficie proyectada para la siembra de soja ya fue sembrada, con un 95% de los cultivos en condiciones hídricas adecuadas. Sin embargo, la rentabilidad de los productores sigue siendo incierta, ya que el precio internacional de la oleaginosa sigue cayendo, lo que afecta directamente a los márgenes de ganancia.

En lo que respecta a la rentabilidad, la situación no es favorable. Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, hasta el inicio de la campaña 2024/2025, el margen por hectárea en campo propio era de apenas 300 dólares, y en campo alquilado, con un rendimiento de 4.000 kilos por hectárea, el balance era negativo. A nivel internacional, la soja cotizó a 353 dólares en Chicago y 261 dólares en el mercado local, los valores más bajos en los últimos cuatro años. En este contexto, un informe de CREA destaca que el precio de la soja en gran parte del país se encuentra por debajo del precio de indiferencia, lo que implica que no se cubren los costos de producción. Solo el 10% de la superficie se ubica en un rango de viabilidad económica positiva, mientras que el 66% se encuentra en el punto de equilibrio, y el 24% restante está en números negativos.

El impacto de los bajos precios se ve agravado por las políticas fiscales, como las retenciones, que llegan al 33%, un porcentaje superior al de países competidores como Brasil y Estados Unidos. Aunque el presidente Javier Milei ha anunciado la eliminación de las retenciones para 2025, este anuncio no ha logrado calmar la frustración de los productores, quienes siguen enfrentando dificultades económicas. A esto se le suman los retrasos en las ventas de soja de la campaña pasada, que se encuentran por debajo del promedio histórico. Con una cosecha de 50 millones de toneladas en 2023/24, el volumen de negocios por soja de la actual campaña ha alcanzado 33,9 millones de toneladas, lo que representa una caída en comparación con campañas anteriores.

En términos de exportaciones, el sector agrícola sigue siendo clave para la economía argentina, con una estimación de generación de más de 30.000 millones de dólares en 2024/2025, de los cuales más de 20.000 millones provendrán del complejo sojero. En 2023, el complejo oleaginoso-cerealero representó el 50.1% del total de las exportaciones del país, siendo la harina de soja el principal producto exportado. A pesar de los desafíos, la soja sigue siendo uno de los pilares fundamentales de la economía argentina, pero los productores enfrentan tiempos difíciles ante la caída de los precios y el aumento de los costos.

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