A un año de asumir la presidencia, Javier Milei ha decidido no tomarse vacaciones, siguiendo la misma postura que adoptó durante el verano pasado, cuando recién iniciaba su mandato. A pesar de que sus colaboradores más cercanos le recomendaron descansar “al menos unos días” antes del año electoral, el presidente libertario mantiene su ritmo de trabajo. Fuentes del Ejecutivo aseguran que Milei suele explicar que no disfruta de los viajes y que le resulta difícil desconectarse del trabajo.

Sin embargo, la oposición ha señalado que, a pesar de su decisión de no descansar, Milei ha batido un récord de viajes oficiales durante su primer año de gobierno. En total, el mandatario realizó dieciocho viajes, en su mayoría de carácter privado, para participar en reuniones y actos relacionados con la derecha internacional. En contraste con esta situación, el presidente ha dado luz verde para que su equipo de trabajo pueda tomarse un descanso tras un “excelente primer año de gobierno”, como lo destacó en sus recientes declaraciones. Aunque no se ha fijado un límite en cuanto a la cantidad de días de vacaciones, se espera que los ministros y funcionarios no se ausenten más de dos semanas.

El gobierno ha impuesto restricciones para asegurar que no se generen imágenes que puedan ser percibidas como frívolas, especialmente en un contexto de ajuste económico. La consigna fue planteada por Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, quien en una reunión de gabinete recordó que los funcionarios deberán “validar” sus destinos vacacionales. Se mencionaron destinos previamente no aprobados, como Miami, Nueva York, Punta del Este y algunas zonas de Europa, especialmente España, para evitar la aparición de imágenes que contrasten con el esfuerzo económico que se está llevando a cabo. En cambio, Brasil, con precios más accesibles, es uno de los destinos permitidos, mientras que Paraguay fue descartado tras el caso de Edgardo Kueider.

Una fuente cercana al Ejecutivo aclaró que el objetivo no es restringir el gasto de los funcionarios, sino evitar “mensajes que no representen el esfuerzo” que el gobierno está haciendo. Esta medida ya ha llevado a varios ministros y funcionarios de alto rango a reconsiderar sus planes vacacionales, especialmente aquellos con propiedades en destinos no autorizados. De acuerdo con fuentes dentro del Ejecutivo, cualquier incumplimiento de las órdenes de Karina Milei podría resultar en la expulsión del funcionario, dejando en claro el nivel de exigencia. Por su parte, Karina también tendrá que seguir las normas establecidas para el gobierno, aunque no se ha confirmado si tomará unos días de descanso.

En cuanto a Javier Milei, su agenda no incluye vacaciones en el corto plazo. Si bien se le recomendó tomarse un respiro, el presidente ha expresado en varias ocasiones que disfruta del trabajo. “Disfruto mucho del trabajo, pero no desde que soy presidente, sino desde siempre”, comentó en privado. Además, no tiene previsto viajar con su pareja, la actriz Amalia “Yuyito” González, quien tampoco realizará temporada de teatro. Por ahora, su próximo viaje de gestión está en agenda para asistir a la asunción de Donald Trump en los Estados Unidos.