Litio y cobalto: minerales clave para la transición energética y la inversión global

Los minerales críticos, como el litio y el cobalto, se han convertido en recursos estratégicos en el contexto geopolítico actual, impulsados por la creciente demanda de tecnologías asociadas a la transición energética. América Latina y África emergen como regiones clave para su producción, mientras que potencias globales como China, Estados Unidos y Europa intensifican su competencia por asegurar el suministro.

América Latina concentra el 56% de las reservas globales de litio, con Chile y Argentina liderando la producción en la región. En 2023, Chile alcanzó cerca de 28.000 toneladas métricas producidas, consolidándose como el segundo mayor productor mundial. La empresa SQM anunció una inversión superior a los 1.000 millones de dólares para incrementar su capacidad productiva en un 40% hacia 2025. Por su parte, Argentina proyecta un aumento de su producción de litio del 200% para ese mismo año, con más de 50 proyectos en desarrollo y una inversión extranjera estimada en 4.000 millones de dólares. “La demanda global de litio podría elevar los precios promedio de 20.000 dólares por tonelada en 2024 a 35.000 dólares en 2025”, destaca un análisis del sector.

El cobalto, indispensable en la fabricación de baterías de alta densidad energética, enfrenta una situación más compleja. La República Democrática del Congo (RDC) controla el 70% del suministro global, pero enfrenta desafíos significativos, como la corrupción y denuncias de trabajo infantil. Estos problemas han abierto espacio para nuevos productores en países como Marruecos y Zambia. A pesar de ello, la RDC sigue siendo un actor clave debido a la creciente demanda.

En el plano internacional, China domina más del 60% del procesamiento de minerales críticos y ha invertido más de 11.000 millones de dólares en acuerdos estratégicos con países productores en África y América Latina. Esta situación preocupa a Estados Unidos y Europa, que buscan diversificar sus cadenas de suministro mediante minería sostenible y desarrollo de infraestructura local. “Se proyecta que estas iniciativas representen inversiones superiores a los 4.000 millones de dólares para 2025”, aseguran fuentes del sector.

Para los inversores, el panorama ofrece oportunidades atractivas. ETFs temáticos como el Global X Lithium & Battery Tech ETF (LIT) y el VanEck Rare Earth/Strategic Metals ETF (REMX) permiten acceder a una exposición diversificada en el sector. Asimismo, empresas como Tesla, BYD, Umicore y Piedmont Lithium destacan por su enfoque en garantizar el suministro de estos minerales.

A pesar de las oportunidades, los riesgos asociados a la volatilidad de precios, las tensiones geopolíticas y los desafíos ambientales exigen un análisis detallado. En este contexto, el litio y el cobalto no solo redefinen la geopolítica energética, sino que también representan una promesa para quienes comprendan su potencial y sus complejidades.

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