La reciente baja de tasas anunciada por el Banco Central (BCRA) podría tener un impacto limitado en la brecha cambiaria, que ya se redujo considerablemente en las últimas semanas, pero está generando preocupaciones dentro del sistema bancario. Aunque el mercado de crédito experimentó un auge durante los últimos siete meses, los bancos ahora se enfrentan a un desafío inesperado: la falta de pesos en la economía. Las entidades están evaluando cómo “hacer aparecer los pesos” para seguir financiando en un contexto de apuesta a la recuperación económica, ya que la caída en los depósitos limita su capacidad de ofrecer crédito.
Hasta hace poco, el sistema financiero se encontraba en una situación de alta liquidez, pero ahora se enfrenta a una posible contracción en su capacidad prestable. A pesar de que el stock de crédito al sector privado aumentó más de un 20% a fines de noviembre, por encima de la inflación acumulada, los depósitos en los bancos -considerados la “materia prima” para la intermediación financiera- cayeron más de un 14% en términos reales. Esto redujo el ratio de liquidez bancaria al 7,8% del Producto Bruto Interno (PBI), frente al 11% de los últimos cuatro años.
Ante la falta de pesos, algunos bancos ya comenzaron a ajustar al alza las tasas de interés que aplican a los préstamos. Un ejemplo de esto son los créditos hipotecarios UVA, que a principios de año tenían tasas de interés inferiores al 5% más la inflación y ahora superan el 9%. Sin embargo, la expansión del crédito en los últimos meses se ha visto principalmente en los préstamos a las familias, mientras que la demanda de las empresas por financiarse en pesos sigue rezagada. Según la consultora LGC, el 59% del crecimiento total del crédito de noviembre provino de los préstamos al consumo, especialmente los personales y las tarjetas de crédito.
La baja de tasas del BCRA, que redujo su tasa de referencia del 35% al 32% anual, podría desalentar a los ahorristas a apostar por plazos fijos, pero también resulta ser una señal positiva para que los bancos puedan hacerse de pesos. Además, la disminución de la tasa de pases activos del 40% al 36% anual fomenta que las entidades financieras mantengan liquidez, lo que les permite seguir prestando. En este sentido, un CEO bancario comentó: “El Central está dando un mensaje como diciendo, tomen mis pesos. Creo que la baja de estas tasas no se va a trasladar inmediatamente porque todos vamos a ver un poquito qué estrategia conviene”.
Para enfrentar los desafíos de liquidez y continuar con el crecimiento del crédito, los bancos están evaluando alternativas como la emisión de fideicomisos financieros, la colocación de obligaciones negociables y la securitización de carteras de préstamos a largo plazo, como los hipotecarios. A pesar de que las ganancias de las entidades podrían verse reducidas en 2025, las entidades están buscando un enfoque mixto para aumentar tanto los préstamos como los depósitos, mientras apuestan a los ingresos por comisiones y a colocaciones en el mercado de capitales.