El ajuste fiscal de noviembre logra un superávit primario, pero persisten los desafíos en la ejecución presupuestaria

El gasto público nacional experimentó en noviembre una contracción del 18,7% interanual, permitiendo a la Administración Nacional cerrar el mes con un superávit primario de $1,14 billones, según informes de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) y la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP). Sin embargo, al sumar los intereses de la deuda, el resultado financiero fue levemente deficitario, alcanzando -$0,04 billones. Entre enero y noviembre, el superávit primario acumulado ascendió a $10,71 billones y el financiero a $1,78 billones.

El ajuste presupuestario permitió una mejora significativa en comparación con 2023. El resultado financiero positivo representó el 2,2% de los ingresos totales en los primeros once meses de 2024, un cambio notable respecto al déficit financiero del 26,4% registrado en el mismo período del año anterior. “Esto implica una mejora de 28,6 puntos porcentuales”, destaca el informe. Sin embargo, ASAP advierte que no se han contabilizado intereses capitalizables de instrumentos como las Letras del Tesoro Nacional Capitalizables (LECAP) y las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI). “Si esos instrumentos tuvieran un esquema convencional de pago, habrían impactado en el resultado financiero”, señala el informe, agregando que estas omisiones se reflejan en el aumento de la deuda pública.

El recorte de gasto tuvo impactos variados en diferentes áreas. Las jubilaciones experimentaron una caída del 1,5% interanual en noviembre y del 17,5% en lo que va del año, aunque el ritmo de contracción se moderó gracias al nuevo esquema de movilidad mensual. “El poder de compra promedio de las jubilaciones cayó un 21% interanual, mientras que los haberes mínimos con bonos perdieron un 15,7% interanual”, informó la OPC. Las transferencias a las provincias, por su parte, se redujeron drásticamente, con un descenso del 69,5% en noviembre. Las inversiones en obras públicas también enfrentaron recortes significativos, con una caída del 70% interanual, en línea con la disminución del gasto en capital acumulada en el año (-76,8%).

En términos generales, el gasto total acumulado en 2024 se contrajo un 27% interanual, con reducciones destacadas en prestaciones de la seguridad social (-18,6%), transferencias corrientes (-30,8%) y remuneraciones (-19,7%). Estos ajustes permitieron al gobierno mostrar un equilibrio fiscal en medio de restricciones económicas, pero generan interrogantes sobre el impacto en sectores sensibles como las provincias, la educación universitaria y la inversión pública, que siguen marcadas por una caída persistente en sus niveles de financiación.

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