Turismo en Brasil y su impacto en los argentinos: ¿es realmente accesible?

El costo de vacacionar o consumir productos brasileños vuelve a ser un tema de interés en Argentina. En los últimos 25 años, solo en dos momentos el turismo en Brasil fue tan accesible como ahora: a finales de 2001 y en 2015. Sin embargo, las condiciones económicas actuales difieren significativamente. Aunque los precios brasileños resultan atractivos, la capacidad de compra de las familias argentinas está más deteriorada que en esos años.

En 2001, con el real un 25% más apreciado frente al peso y la convertibilidad en crisis, los déficits comerciales dificultaron sostener la economía. En 2015, el atraso cambiario y el cepo cambiario impulsaron un déficit de cuenta corriente alimentado por el turismo. Ese año, los argentinos gastaron 8.200 millones de dólares en el exterior, una cifra que en 2024 se proyecta en 7.300 millones, aunque con diferencias importantes en las dinámicas de consumo. Actualmente, aunque el salario promedio registrado medido en reales es históricamente alto, se trata de una “ilusión monetaria”, dado que los ingresos reales de las familias son un 10% inferiores a los de 2015 y están afectados por ajustes fiscales y tarifas más altas.

Para las clases altas, el contexto económico representa una oportunidad para aprovechar el abaratamiento del turismo internacional. Pero para la mayoría de las familias, el foco está en recuperar la capacidad de consumo interno más que en gastar en el exterior. Esta “pax cambiaria” se sostiene en parte por el blanqueo de capitales, que aporta dólares al sistema financiero, y una tasa de interés que supera la expectativa de devaluación, incentivando inversiones en pesos con rentabilidad en dólares.

El desafío para Argentina es transformar esta estabilidad cambiaria en una oportunidad para generar divisas de manera sostenida. Sectores estratégicos como el agro y Vaca Muerta juegan un rol clave a corto plazo, mientras que a mediano plazo, el desarrollo de áreas como la economía del conocimiento, la minería, la biotecnología y el turismo receptivo será fundamental. “La Argentina tiene recursos únicos y sectores estratégicos con potencial para sostener un modelo de crecimiento equilibrado”, aunque, según los expertos, será necesario priorizar políticas que fomenten la competitividad y la diversificación para alcanzar un crecimiento sostenido.

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