La actividad manufacturera de las pymes argentinas registró en octubre una contracción del 6,5% interanual, según el último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). A pesar de la caída anual, el sector mostró un repunte mensual del 4%, alcanzando el nivel de producción más alto de los últimos once meses. Sin embargo, en lo que va del año, la industria acumula una retracción del 14,5% respecto al mismo período de 2023.
El Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP), elaborado por CAME a partir de una muestra de 420 industrias a nivel federal, reflejó además un leve incremento en el uso de la capacidad instalada, que pasó del 60,6% en septiembre al 62,3% en octubre. Este crecimiento mensual se apoyó principalmente en sectores como “Maderas y muebles” y “Textiles e indumentaria”, que presentaron subas marginales del 0,3% y 0,2% interanual, respectivamente. En contrapartida, los sectores más golpeados fueron “Papel e Impresiones”, con una caída del 20,6%, y “Alimentos y Bebidas”, que registró un descenso del 13,1%.
Desde CAME destacaron que el consumo sigue siendo un factor crítico para algunos rubros. “La actividad no termina de encontrarse con el piso de la recesión, siendo el rubro bebidas el más afectado por la caída del consumo, especialmente en producción de cervezas, gaseosas, jugos en polvo y vinos”, señalaron. Por su parte, el sector textil se benefició de una mayor demanda de indumentaria, impulsada por la estabilidad de precios y promociones bancarias. Sin embargo, persiste la preocupación por el ingreso de productos importados que, según las empresas, afectan la competitividad local.
En cuanto a las medidas necesarias para apuntalar al sector, el 61,4% de las pymes consultadas destacó la importancia de una reducción en los impuestos nacionales, provinciales y tasas municipales. También pidieron estímulos a la demanda interna y políticas de incentivo a la contratación de personal. “Las empresas están más preocupadas por los altos costos ajenos al proceso productivo que por la caída en la producción en sí, donde de alguna manera esperan una pronta recuperación”, concluyeron desde CAME. A pesar de las dificultades, algunos subsectores comienzan a mostrar señales de reactivación, con empresas que trabajan a plena capacidad en la fabricación de productos metálicos y maquinaria.