La petrolera estadounidense Chevron conmemoró sus 25 años de presencia en Argentina, destacando los logros alcanzados junto a YPF en el desarrollo de Vaca Muerta, uno de los reservorios de shale oil y gas más prometedores del mundo. Durante casi la mitad de su trayectoria en el país, la empresa trabajó en conjunto con YPF para explorar y optimizar la extracción no convencional, reduciendo costos y riesgos operativos. Sin embargo, la compañía advierte que el potencial de inversiones aún está condicionado a ciertos cambios estructurales en el sector energético.
Javier La Rosa, presidente de la filial latinoamericana de Chevron, delineó cuatro requisitos fundamentales para liberar ese potencial durante un evento realizado en el Palacio Duhau al que asistieron líderes de la industria. “Son necesarias normas estables que respeten los derechos adquiridos, libertad en el movimiento de capitales, disposición soberana de la producción de hidrocarburos y una infraestructura adecuada que conecte productores y consumidores”, afirmó La Rosa. Estas condiciones no solo representan las necesidades de Chevron, sino que también son compartidas por otras petroleras internacionales como Shell y TotalEnergies, que enfrentan desafíos similares para expandir su producción en el país.
La historia de Chevron en Argentina refleja tanto oportunidades como desafíos. En 1999, la empresa ingresó al mercado adquiriendo San Jorge por 1.000 millones de dólares. Más tarde, en 2013, se convirtió en la primera petrolera extranjera en apostar por Vaca Muerta mediante un acuerdo con YPF, facilitado por un marco regulatorio diseñado para atraer inversiones de gran escala. Actualmente, Chevron opera en los campos El Trapial Este y Loma Campana, con una producción combinada que supera los 62.000 barriles equivalentes de petróleo diarios. Además, planea duplicar la capacidad de procesamiento de crudo en El Trapial para 2026 mediante la instalación de una segunda planta.
Pese a los avances, La Rosa destacó que el contexto macroeconómico sigue siendo un obstáculo. “Hasta que no haya garantías de estabilidad y reglas claras, las inversiones internacionales serán cautas en aumentar su exposición al riesgo argentino”, señaló. Este panorama explica por qué capitales locales han ganado terreno en el sector, como lo demuestra la reciente adquisición de ExxonMobil por parte de Pluspetrol. Con el Oleoducto Vaca Muerta Sur en negociación y nuevos proyectos en marcha, Chevron reafirma su compromiso con el desarrollo energético de Argentina, pero subraya que las políticas públicas serán clave para alcanzar un crecimiento sostenido.