Con un clima de mayor optimismo en los mercados financieros, todas las miradas están puestas en si el Gobierno logrará consolidar su principal objetivo de desinflación antes de fin de año y en cómo se llevará a cabo una posible modificación del régimen cambiario sin que esto impacte en los precios. En este contexto, el vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, se refirió a las expectativas de inflación y a las recientes mejoras económicas. Durante su intervención en el 18° Simposio de Mercado de Capitales, organizado por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) en el Yacht Club de Puerto Madero, Werning aseguró que no existen “pisos imaginarios” para la inflación mensual, aclarando que “no estaban en 10%, no estaban en 8%, no estaban en 6%, no estaban en 4% y no están en 3%”.
Werning aprovechó la ocasión para destacar los avances logrados en los últimos dos meses, como la mejora del riesgo país, que pasó de más de 1.400 puntos a 850, y la disminución de las tasas de interés, que bajaron de un 57% a menos de 40%. Además, mencionó que la inflación implícita se ha alineado con el “crawl” del Banco Central, un fenómeno que antes funcionaba como un ancla y que ahora actúa más como un factor de inercia, a medida que las expectativas inflacionarias se acercan a este parámetro. “También la brecha cayó fuertemente de niveles arriba del 30% a niveles más cercanos al diez”, comentó el vicepresidente, quien también destacó la recuperación de las reservas del BCRA y la confianza en el gobierno, que aumentó un 12% en tan solo un mes.
A pesar de estos avances, Werning reconoció que la prima de riesgo que paga Argentina aún no refleja completamente los cambios en los fundamentos que impulsaron esta “primavera financiera”. En este sentido, el funcionario explicó que el mercado está realizando un “catch up” con los resultados del programa económico implementado en las fases uno y dos, lo que está acercando el indicador rezagado a la realidad actual del programa. Además, el vicepresidente del BCRA señaló que el gobierno no ha demorado el levantamiento del cepo cambiario por falta de convicción, sino porque “hay mucha tarea para hacer dentro del mercado doméstico” para que esté preparado cuando se incorpore la volatilidad cambiaria.
Werning también habló sobre los desafíos que implica la transición hacia un nuevo régimen cambiario, destacando la necesidad de un reordenamiento normativo y jurídico que no distorsione las expectativas de baja inflación. “La transición de este régimen no es fácil”, sostuvo, subrayando la importancia de mantener una “cañería financiera doméstica sin distorsiones y con incentivos sanos”. Por otro lado, el funcionario criticó el impacto de las altas tasas de Ingresos Brutos que afectan a sectores clave, como el financiero, y apuntó que estos costos ocultos impactan tanto a los depositantes como a los tomadores de crédito, lo que provoca una distorsión en los costos y tasas del sistema financiero.