El juez federal Julián Ercolini cerró la denuncia presentada por presunta filtración de información confidencial desde la Unidad de Información Financiera (UIF), en la que se señalaba a Santiago Caputo, ex titular del organismo Mariano Federico y al periodista español Javier García Negre. La denuncia, iniciada en septiembre por Fernando Míguez, presidente de la Fundación por la Paz y el Cambio Climático, se basaba en versiones periodísticas que vinculaban a los denunciados con la filtración de datos relacionados con lavado de dinero a la empresa internacional de inteligencia “K2 Integrity”. Sin embargo, Ercolini decidió sobreseer a los acusados tras analizar los hechos.

La denuncia planteaba que la UIF habría filtrado información confidencial a la firma K2 Integrity, una empresa que asesora a gobiernos en cuestiones de transparencia, estándares anticorrupción y cumplimiento. Según los denunciantes, la contratación de la empresa se habría realizado con el objetivo de mejorar la imagen internacional de Argentina en temas de corrupción y atraer inversiones extranjeras. Además, se acusaba a Santiago Caputo de promover la difusión de noticias falsas a través del periodista español García Negre. Sin embargo, la investigación del fiscal a cargo reveló que, aunque la UIF había solicitado al Ministerio de Justicia la contratación de K2 Integrity, la contratación nunca se concretó. La decisión de avanzar con la propuesta estuvo en manos del Ministerio de Justicia, no de la UIF.

Ercolini fundamentó su fallo en la falta de pruebas que pudieran sustentar las acusaciones. “Se observa una carencia argumentativa de las circunstancias de modo, tiempo y lugar que permitan hallar una verdadera notitia criminis correctamente delimitada”, señaló en su resolución, remarcando que la actividad en cuestión no constituía un delito penal. Además, el fallo citó el precedente “Quiroga” de la Corte Suprema, en el que se establece que si el acusador decide no continuar con el proceso, el juez no puede suplantar su rol sin comprometer la imparcialidad del proceso judicial. En consecuencia, Ercolini acogió el pedido de la fiscalía y dictó el sobreseimiento de Caputo, Federici y García Negre.

El caso, que había generado una gran polémica en el ámbito político y judicial, concluyó con la desestimación de las acusaciones. La polémica sobre el asesoramiento de K2 Integrity, cuya contratación había generado dudas sobre la transparencia de las políticas gubernamentales, fue abordada por fuentes de la UIF, quienes aclararon que la empresa no había recibido información confidencial del organismo y que su rol era exclusivamente asesorar en la mejora de los estándares internacionales de lucha contra la corrupción. A pesar de las críticas y las versiones encontradas, el fallo judicial ha puesto fin a una de las denuncias más mediáticas del último tiempo.