Problemas gremiales y falta de pilotos afectan vuelos de Aerolíneas Argentinas a Miami

El vuelo AR1306 de Aerolíneas Argentinas, que partió el viernes desde Aeroparque con destino a Miami, sorprendió a los pasajeros al ser realizado con un Boeing B-737 MAX en lugar del esperado Airbus A-330 de doble pasillo. La aeronave, que hizo una escala técnica en Lima para cargar combustible, no había permitido que ningún pasajero subiera o bajara, dado que el avión no está preparado para realizar vuelos de casi nueve horas sin reabastecimiento. Este cambio generó malestar entre los viajeros, quienes se encontraron con un avión más angosto y con un sistema de entretenimiento diseñado para trayectos más cortos.

El Boeing B-737 MAX, aunque es el avión de fuselaje angosto de Boeing con mayor rango, solo permite a Aerolíneas Argentinas realizar vuelos de tres horas a destinos en la Patagonia, a países de la región e incluso a Punta Cana. A pesar de contar con una flota de 85 aeronaves, que incluye una decena de Airbus A-330 dedicados a rutas transoceánicas, la aerolínea enfrenta una grave escasez de pilotos. Esta situación se ha visto agravada por la expiración de las licencias semestrales de vuelo de varios comandantes de A-330, quienes no pudieron renovarlas debido a los paros de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) en los simuladores de Ezeiza.

APLA ya había advertido en un comunicado que “se están cancelando muchas operaciones diariamente producto de la no disponibilidad de pilotos por vencimiento en Instrucción”. La organización, liderada por Pablo Biró, ha estado llevando a cabo paros de 24 horas en el Centro de Formación y Entrenamiento de Pilotos (Cefepra), donde se realizan los cursos y se encuentran los simuladores de vuelo. Ante esta situación, Aerolíneas ha decidido reservar a las tripulaciones disponibles de los Airbus A-330 para los vuelos hacia Madrid y Roma, mientras que algunos de los vuelos a Miami han sido reprogramados para realizarse con el Boeing B-737 MAX con escala técnica.

Este cambio en las operaciones se da en un marco de tensiones entre la empresa y los gremios. El viernes, por primera vez en dos meses, Aerolíneas reanudó las negociaciones con APLA y otros sindicatos que aún no han firmado sus paritarias, como AAA (aeronavegantes) y APA (personal de tierra). Sin embargo, ambas partes informaron que “no ha sido posible acercar posiciones ni lograr un entendimiento”, aunque se programó una nueva reunión para el lunes. APLA ha solicitado una recomposición salarial del 90% desde mayo, en un contexto en el que Aerolíneas Argentinas ya ha cerrado acuerdos con otros sindicatos por un aumento del 11,8% más un adicional del 2%.

Mientras la presión del Gobierno por acelerar en el Congreso la venta de la empresa aumenta, Aerolíneas ha implementado planes de financiación para ayudar a los pasajeros, ofreciendo la posibilidad de comprar pasajes a través del Banco Nación en 18 cuotas sin interés. En medio de esta incertidumbre, los pasajeros que vuelan a Miami ahora se encuentran con la expectativa adicional de no saber en qué tipo de avión viajarán, lo que refleja las complicaciones que enfrenta la aerolínea en este periodo de crisis.

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