El presidente Javier Milei reafirmó este miércoles su compromiso con la reducción del gasto público, una medida que, según él, permitirá implementar “bajas impositivas” y poner “un cepo al Estado”. Durante su discurso en el Foro Económico Mundial, que se celebra en el Palacio Libertad de Buenos Aires, Milei destacó la importancia de esta estrategia para transformar la economía argentina y devolver a los ciudadanos lo que el Estado, según sus palabras, les ha “robado”. En un evento donde se abordaron las “estrategias de país de Argentina”, el mandatario mostró su determinación por cambiar el rumbo económico del país.

La intervención de Milei fue momentáneamente interrumpida por el ladrido de Thor, el perro mascota de la Casa Rosada, lo que el presidente tomó con humor. “Está diciendo que no ofendan a los perros diciendo que eran unos perros los anteriores”, bromeó, refiriéndose a la herencia que dejó el gobierno de Alberto Fernández. En su discurso, Milei continuó con su crítica a la gestión anterior, asegurando que mientras “el resto de la dirigencia se dedicó a poner cepos a las libertades individuales con resultados nefastos, nosotros vinimos a poner un cepo al Estado de una vez para siempre”. Este enfoque, según él, es esencial para permitir una drástica reducción del gasto público.

Entre las medidas adoptadas, Milei mencionó la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), una decisión que resultó en el despido de más de 3.000 empleados. El presidente caracterizó a la AFIP como “un organismo superpoblado utilizado para perseguir al sector privado” y resaltó que su administración ha recortado un 35% de su estructura. En su análisis de la oposición, Milei criticó a aquellos que, a su juicio, desean que “nada cambie”, defendiendo sus privilegios a costa del bienestar de los argentinos. En este sentido, reafirmó que su gobierno está avanzando sin retrocesos: “Esa oposición carancho dijo que nos íbamos en enero, Semana Santa, junio y ahora no saben dónde meterse porque la motosierra sigue más prendida que nunca”, enfatizó.

En su discurso, el presidente también delineó los pilares de su gestión, que incluyen una macroeconomía ordenada, desregulación y el respeto al Estado de derecho. Enfatizó que su administración busca implementar “el plan de ajuste más grande de la historia de la humanidad” y reformas estructurales ambiciosas para liberar a los productores y trabajadores de las cargas estatales. Milei se dirigió a los presentes, afirmando que el país tiene un potencial tecnológico significativo que puede ser desarrollado a través de la desregulación. “Imagínense lo que puede lograr el sector tecnológico en condiciones macroeconómicas estables”, subrayó, y añadió que su meta es establecer a Argentina como un “hub de inteligencia artificial”, aprovechando la energía barata y las amplias extensiones de tierra para el desarrollo tecnológico.

Con un llamado a la unión de fuerzas en lo que describió como “la batalla de las Termópilas” contra el aparato estatal, Milei se mostró optimista sobre el futuro económico del país, confiando en que “no hay fuerza de la naturaleza más grande que un argentino queriendo salir adelante”. Así, dejó claro que su visión para Argentina se basa en la libertad regulatoria y en el apoyo al sector privado, buscando transformar la realidad económica y tecnológica del país en los próximos años.