El Gobierno argentino se encuentra en Estados Unidos para participar de la cumbre anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), con una delegación liderada por el ministro de Economía, Luis Caputo. La comitiva realizó una escala en Nueva York antes de dirigirse a Washington D.C., donde se lleva a cabo el evento. Durante esta escala, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, utilizó su cuenta en la red social “X” para hablar sobre las múltiples reuniones programadas, que incluyen encuentros del G20, G24, FMI y Banco Mundial. “Todo concentrado en tres o cuatro días. Y esto genera una expectativa de resultados que no es tal porque es parte de las conversaciones constantes que tenemos todos los días con todas las relaciones internacionales que llevamos”, afirmó.
Caputo, quien partió hacia Estados Unidos el domingo por la noche, está acompañado por Quirno, el viceministro de Economía José Luis Daza, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili. Mientras tanto, Leonardo Madcur, el representante argentino ante el FMI, ya se encuentra en Washington. Quirno también comentó que las visitas a la capital estadounidense han cambiado de naturaleza, señalando: “Antes ir a Washington era por una crisis o para resolver una crisis, pero ahora es parte de las conversaciones normales que tenemos”. Este cambio refleja un intento del Gobierno por establecer un diálogo continuo con las instituciones financieras internacionales en lugar de abordar solo situaciones críticas.
En la cumbre, aunque el Gobierno no ha revelado detalles sobre las reuniones específicas que mantendrán con los organismos, se anticipa que Caputo se reunirá con la directora del FMI, Kristalina Georgieva, para retomar negociaciones que se habían enfriado por diferencias relacionadas con el tipo de cambio y las tasas de interés. La última interacción entre Caputo y Georgieva tuvo lugar en julio durante la cumbre del G20 en Río de Janeiro, donde el ministro la elogió, pero desde entonces las discusiones sobre un nuevo programa financiero han perdido impulso. En septiembre, Caputo mencionó que ve “potencial” para un acuerdo con el FMI en 2025, incluyendo un componente de efectivo.
Georgieva, en su intervención esta mañana, destacó la reciente aprobación de la reducción de cargos y comisiones para los países miembros, lo que beneficiará especialmente a naciones con altos niveles de deuda, como Argentina. Según estimaciones, esta medida podría representar un ahorro de 400 millones de dólares anuales para el país. “El 1 de noviembre es un día muy importante, se traducirá en beneficios para nuestros miembros con la reducción del 36% en promedio en pagos en cargos y sobrecargos”, indicó la directora del FMI, quien también mostró su preocupación por la creciente deuda de muchos países.
A pesar de las promesas de apoyo y las reformas en los acuerdos, la situación socioeconómica en Argentina sigue siendo precaria. La pobreza ha aumentado drásticamente, alcanzando el 52,9% en el primer semestre de 2024, a pesar de las medidas implementadas en los últimos programas. El panorama político y económico se complica aún más, ya que el Gobierno asegura que no hay prisa por flexibilizar el control cambiario, a pesar de que en Washington se espera un cambio hacia un tipo de cambio más flexible. Mientras tanto, la delegación argentina está en busca de fondos entre octubre y noviembre de este año, con expectativas de desembolsos por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial, así como negociaciones para dos préstamos REPO en Nueva York.