El vocero presidencial, Manuel Adorni, sorprendió este lunes al anunciar que el Gobierno avanzará con la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Esta medida, enmarcada en “la reducción del Estado y la eliminación de estructuras ineficientes”, conllevará el despido de más de 3.000 empleados públicos, un recorte salarial significativo y la creación de un nuevo organismo recaudador con una estructura más ágil y eficiente. “Esta decisión es parte de un plan más amplio para optimizar la gestión pública y mejorar la eficiencia en la recaudación fiscal”, indicó Adorni en su comunicado.
El nuevo organismo, denominado Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), busca reemplazar la actual AFIP. Según el comunicado oficial, ARCA se diseñará con una “estructura más simple, más eficiente, menos costosa y menos burocrática”. La disolución de la AFIP implica una reducción del 34% de su estructura actual, lo que generará un ahorro anual estimado en $6,400 millones. “Esta medida reducirá en un 45% las autoridades superiores y en un 31% los niveles inferiores”, detalló la comunicación gubernamental. Además, se anunciará la desvinculación de “3.155 agentes que ingresaron de manera irregular a la AFIP durante el último gobierno kirchnerista”, representando el 15% del personal actual del organismo.
Uno de los puntos más controversiales de esta reestructuración es el recorte salarial. El Gobierno eliminará la Cuenta de Jerarquización para los altos cargos, que permitía que la actual oficial de la AFIP, Florencia Misrahi, percibiera un salario de $32 millones al mes, en contraste con los aproximadamente $4 millones que reciben otros ministros. “Lo mismo ocurrirá con los salarios de los Directores de la DGI y la DGA, que actualmente cobran 17 millones y recibirán un sueldo equiparable al de un Secretario de la Nación”, se afirmó en el comunicado oficial. Esta medida se considera fundamental para eliminar los privilegios del pasado y mejorar la equidad salarial dentro de la administración pública.
La dirección de ARCA estará a cargo de Florencia Misrahi, junto a Andrés Gerardo Vázquez y José Andrés Velis, quienes ocupan actualmente los cargos de Directores de la DGI y DGA, respectivamente. Con más de 30 años de experiencia en la DGI, Vázquez es un Licenciado en Administración de Empresas y Contador Público, mientras que Velis ha desarrollado sistemas informáticos clave en la Aduana. Este nuevo liderazgo apunta a profesionalizar la agencia y optimizar la recaudación y el control aduanero.
Este anuncio no es aislado, ya que en julio el Gobierno ya había implementado un plan de “achique” dentro de la AFIP mediante el decreto 559, que buscaba modernizar los controles fiscales y previsionales. Este decreto resultó en una reestructuración significativa de la AFIP, que incluyó la eliminación de varias subdirecciones y direcciones. A pesar de la reducción de cargos, el Gobierno se comprometió a mantener ciertas funciones clave dentro de la Dirección General de Recursos de Seguridad Social, lo que sugiere un enfoque equilibrado en la reestructuración de la administración tributaria.
La disolución de la AFIP y la creación de ARCA reflejan un cambio significativo en la política fiscal del país, con el objetivo de eliminar la burocracia y mejorar la eficiencia. No obstante, este proceso también plantea interrogantes sobre el futuro de la recaudación fiscal y los posibles impactos en la administración pública, en un contexto en el que la eficiencia y la transparencia son más necesarias que nunca.