La lucha por el poder en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) alcanzó un nuevo clímax el pasado jueves, cuando la entidad llevó a cabo una asamblea en la que Claudio Tapia fue reelegido como presidente hasta 2028, ignorando un fallo de la Inspección General de Justicia (IGJ) que cuestionaba la validez de dicho encuentro. La acción de la AFA fue interpretada como una “mojada de oreja” al Gobierno de Javier Milei, especialmente por la presencia de veedores del Ministerio de Justicia en el predio donde se realizó la asamblea. Esta decisión, lejos de cerrar la controversia, ha intensificado la guerra entre la AFA y el Gobierno, que ya prepara un feroz contraataque dirigido a uno de los aspectos más críticos: las finanzas de la AFA, con un enfoque particular en el manejo de su caja.
El próximo martes, el Boletín Oficial publicará la derogación del DNU 510/2023, firmado por Alberto Fernández, que restableció el polémico decreto 1212, el cual otorgaba beneficios fiscales a los clubes de fútbol argentino. Este decreto había sido cancelado por Mauricio Macri en 2019 y representaba un alivio fiscal significativo para los clubes, que se beneficiaban al evitar pagar percepciones y retenciones de seguridad social. Con la derogación de este decreto, las instituciones deportivas enfrentarán un desafío financiero considerable. “Nos rompe en mil pedazos”, expresó un directivo preocupado por la nueva situación. A partir de ahora, los clubes tendrán un plazo de seis meses para adaptarse a la nueva normativa, lo que podría generar un importante agujero en sus arcas.
Además de la derogación del DNU, se prevén auditorías exhaustivas en la AFA. Según informes de la IGJ, se han identificado irregularidades significativas en los contratos de los clubes, que suman hasta 13 mil millones de pesos en créditos incobrables, y se han detectado gastos inusuales en personal y cargas sociales. La AFA, por su parte, ha apelado la decisión de la IGJ ante la Cámara Civil de Apelaciones, buscando revertir el fallo que declaró “irregular” la asamblea. Sin embargo, la Justicia podría mantener la decisión de la IGJ, lo que podría acarrear serias consecuencias para la gestión de Tapia.
La controversia ha alcanzado tal magnitud que el mismo presidente Javier Milei ha hecho declaraciones contundentes sobre la AFA. En una entrevista reciente, afirmó que “vamos a investigar a la AFA” y sugirió que los manejos turbios de la entidad están obstaculizando el desarrollo del fútbol argentino. Además, comparó a la AFA con regímenes autoritarios, haciendo alusión a la figura de Nicolás Maduro en Venezuela. El futuro de la AFA y de su presidente parece estar en un delicado equilibrio, donde la presión del Gobierno podría determinar el rumbo de la asociación. Con la posibilidad de que se imponga un nuevo modelo societario a través de las Sociedades Anónimas Deportivas, el escenario se complica aún más. La gran pregunta que queda es si Tapia estará dispuesto a negociar ante este contexto adverso o si la confrontación se intensificará aún más.