En el contexto del creciente debate mundial sobre la seguridad alimentaria y el cuidado del medio ambiente, representantes de cinco países sudamericanos han unido fuerzas para elaborar la “Carta de Brasilia”, un documento que destaca la importancia de la sustentabilidad en la producción agropecuaria del continente como una solución a los desafíos del hambre y el cambio climático. Este pronunciamiento se realizó durante la 1ª Cumbre Sudamericana AgroGlobal, donde diputados, senadores y líderes de entidades rurales compartieron sus visiones y coincidencias sobre la necesidad de un enfoque sostenible en la agricultura.
La Carta de Brasilia establece que “el sector agropecuario en los países de América del Sur es una de las principales herramientas para mitigar los impactos de las crisis alimentarias que afectan al planeta”. Los signatarios resaltaron que la región no solo tiene el potencial para satisfacer la creciente demanda de alimentos, sino que también puede contribuir al suministro de energías renovables. Este enfoque colaborativo fue recibido con entusiasmo por los actores del sector agropecuario, quienes ven en este documento un punto de partida para implementar acciones que impulsen la sostenibilidad en la producción agrícola.
El documento detalla cuatro principios fundamentales para guiar las iniciativas de sostenibilidad en la agropecuaria: la representación activa de los productores rurales en los foros de discusión, el uso de evidencia científica para la formulación de políticas, la implementación de indicadores que reflejen las características de los sistemas productivos locales, y la promoción de la cooperación entre países para armonizar regulaciones y fomentar inversiones. Los firmantes, que incluyen a representantes de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, enfatizaron que “América del Sur, con sus vastas áreas agrícolas y diversidad de cultivos y sistemas productivos, está en posición de contribuir significativamente a la oferta global de alimentos”.
Además, los representantes de estos países destacaron que la coexistencia de diversos sistemas agrícolas, que incorporan innovación y buenas prácticas productivas, ha permitido a la región producir de manera más eficiente y competitiva, a la vez que se reduce el impacto ambiental y se facilita la adaptación a los efectos del cambio climático. “Al fortalecer la producción de alimentos y la transición energética, los países latinoamericanos no solo responden a la demanda global, sino que también promueven el crecimiento socioeconómico interno, generando oportunidades de desarrollo y reduciendo la pobreza extrema”, afirmaron.
Sin embargo, la Carta también hace eco de las políticas que afectan el desarrollo productivo, como las altas retenciones impositivas en Argentina. Los firmantes expresaron su preocupación por el impacto negativo de estas cargas tributarias y de los obstáculos comerciales. En este sentido, reafirmaron su compromiso con los consensos establecidos en el ámbito multilateral y en la Organización Mundial del Comercio (OMC), sosteniendo que “la eficiencia productiva y sostenible basada en el libre comercio es el camino para el desarrollo de las economías de América del Sur y para la difusión de los beneficios de esta productividad en todo el mundo”.