El director de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), Miguel Blanco, anunció que el organismo comenzará a auditar a las universidades públicas en medio de las tensiones con el sector educativo por el veto a la Ley de Financiamiento Universitario. Blanco detalló cómo será el proceso, reveló qué universidades serán las primeras en ser auditadas y explicó qué sucederá si se detectan irregularidades en el uso de los fondos públicos. Además, recordó la resistencia histórica de la Universidad de Buenos Aires (UBA) a ser auditada.
“Vamos a trabajar primero en el programa de control del uso de los fondos públicos que reciben las universidades”, expresó Blanco en una entrevista en el programa No hay plata, de Radio con vos. Según el funcionario, la SIGEN había auditado a las universidades en el pasado, pero este proceso se detuvo en 2022 tras un dictamen del entonces procurador del Tesoro, Carlos Zannini. “Ahora estamos rearmando el equipo para retomar el trabajo”, agregó. En este sentido, la primera universidad que será sometida a la auditoría será la Universidad de La Matanza, mientras que para el resto aún se están organizando los equipos.
El objetivo de la auditoría será evaluar cómo se utilizan los fondos públicos que las universidades reciben del Estado. Blanco explicó que el alcance de la SIGEN se limitará a revisar “el sistema de control interno, los procesos y controles” de cada unidad académica, sin intervenir en temas relacionados con la autonomía universitaria, como la designación de autoridades o profesores. “Lo que hacemos es un muestreo del uso de los fondos, y si detectamos irregularidades o posibles casos de corrupción, derivaremos la información a la Oficina Anticorrupción y a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas”, aclaró.
Respecto a los resultados de estas auditorías, Blanco estimó que podrían estar disponibles “en uno o dos meses” tras el inicio de los trabajos. Los informes, aseguró, estarán accesibles al público a través de mecanismos de acceso a la información y podrían publicarse en la página web de la SIGEN, como ya se hizo con otros informes relacionados con fondos fiduciarios.
Blanco también hizo referencia a la resistencia que ha mostrado la UBA en el pasado frente a los intentos de auditoría por parte de la SIGEN, siendo la única universidad en adoptar esta postura. “Entiendo los reclamos sobre los fondos, pero creo que auditar es una cuestión de sentido común. La UBA, por ser la universidad más importante del país, debería dar el ejemplo en términos de transparencia”, concluyó el funcionario, recordando su vínculo personal con la casa de estudios, de la que fue alumno y docente.