El nuevo organigrama del Ministerio de Economía genera tensiones con gobernadores y empresarios

El ministro de Economía, Luis Caputo, finalizó la reorganización del ministerio con la designación de Martín Maccarone como secretario coordinador de Infraestructura. Maccarone, un empresario de la construcción con experiencia en grandes proyectos, asumió el control de áreas clave como la Secretaría de Obra Pública, encabezada por Luis Giovine, la de Transporte, a cargo de Franco Mogetta, y la de Hábitat y Vivienda, bajo la dirección de Rodrigo Aybar. Este nombramiento sigue la reestructuración del exministro Guillermo Ferraro, quien fue removido de su cargo a principios de año.

Maccarone, ingeniero industrial del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) y con una maestría en finanzas de UCEMA, ha estado vinculado al sector privado a través de la empresa Coinsa, responsable de varios desarrollos inmobiliarios en Buenos Aires. Su llegada al Ministerio fue impulsada por Santiago Caputo, sobrino del ministro y asesor presidencial. Maccarone trabajó anteriormente en estrecha colaboración con Caputo cuando este dirigía el fondo de inversiones Axis, antes de ingresar a la función pública. “Maccarone le baja reportes directos al ministro que le sacaban mucho tiempo”, señalaron desde el Ministerio de Economía.

La asignación de Maccarone a esta cartera no ha estado exenta de tensiones. El nuevo funcionario está a cargo de implementar un esquema de obra pública “flexible”, que busca renegociar o dar de baja proyectos ejecutados hasta un 80%, siempre que hayan sido acordados antes del 10 de diciembre de 2023. Este nuevo enfoque ha generado fricciones con algunos gobernadores, ya que las provincias deberán hacerse responsables de gran parte de las obras transferidas. De los 1.394 proyectos en ejecución, 799 pasarán a estar bajo la administración provincial, un proceso que ya ha sido aceptado por 20 gobernadores, aunque algunos distritos como la Ciudad de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires, La Pampa y Formosa aún mantienen tensiones con el Gobierno.

Por otro lado, el sector privado observa con preocupación la implementación de estos cambios. El Gobierno busca replicar el modelo de asociaciones público-privadas (PPP) chileno, donde las empresas privadas llenarían el vacío dejado por el Estado nacional en materia de inversiones. Sin embargo, los empresarios dudan de la efectividad de este esquema, debido a la incertidumbre económica y al alto riesgo país, que supera los 1.000 puntos. “No sabemos nada de Maccarone, estamos esperando que nos reciba”, señalaron desde la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), en referencia a la falta de contacto directo con el nuevo funcionario.

El panorama para la construcción es desalentador, con una caída del 26,4% interanual en agosto y una pérdida acumulada del 30,3% desde principios de año. A esto se suma una reducción significativa del empleo en el sector, con 60.800 puestos de trabajo menos desde noviembre de 2023. A pesar de un leve repunte en las escrituras y en la superficie autorizada para nuevos proyectos, los costos en dólares se han disparado, encareciendo el metro cuadrado y frenando el inicio de nuevas obras. “Estimamos que los costos en dólares están un 40% por encima del pico histórico de 2017”, advirtió Germán Gómez Picasso, director de Reporte Inmobiliario, reflejando el complejo escenario que enfrenta la industria.

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