El Gobierno busca una salida gradual del cepo cambiario mientras evalúa nuevas opciones de financiamiento

El equipo económico argentino se encuentra actualmente trabajando en la estrategia de implementar una salida gradual del cepo cambiario, sugiriendo que las liberaciones de restricciones podrían realizarse cada dos semanas, sin depender exclusivamente de la llegada de nuevos fondos externos. Luis Caputo, Ministro de Economía, abordó este tema en una reciente entrevista, donde afirmó: “No hay una sola manera de salir del cepo; se puede hacer de manera gradual, como lo estamos haciendo, o de shock si recibiéramos esa plata, pero depende de cuán pronto evolucionen esas variables”. Con esto, Caputo deja entrever que la salida del cepo no es un proceso monolítico, sino que admite diferentes enfoques según las circunstancias económicas.

La posibilidad de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sigue siendo un tema de debate dentro del Gobierno. Caputo aclaró que, si bien hay opciones en la mesa, aún no se ha decidido si se solicitará un nuevo acuerdo con el organismo internacional. “Primero tenemos que pedirlo, no decidimos todavía lo que vamos a hacer”, señaló el Ministro. En este contexto, el Gobierno tiene pendiente la novena y décima revisión del programa actual, lo que podría influir en su decisión de negociar un nuevo acuerdo que facilite nuevos desembolsos. Las variables macroeconómicas, como el riesgo país y la brecha cambiaria, se están monitoreando de cerca, aunque también juegan un rol crucial las dinámicas políticas, ya que cualquier acuerdo deberá ser ratificado por el Congreso Nacional.

Una de las estrategias alternativas que el Gobierno está considerando es obtener préstamos de bancos internacionales, lo que podría fortalecer las reservas y facilitar una liberación más ágil del cepo cambiario. En este sentido, el Secretario de Finanzas, Pablo Quirno, confirmó que el Banco Central está evaluando la posibilidad de establecer un esquema de financiamiento conocido como REPO (Repurchase Agreement), el cual consiste en un acuerdo de deuda de corto plazo donde el deudor ofrece una garantía a los acreedores. Caputo había mencionado en una grabación que este tipo de financiamiento permitiría acceder a tasas de interés más bajas que las que se ofrecen actualmente en el mercado.

Según fuentes cercanas a las negociaciones, el Gobierno está en diálogo con “dos o tres bancos” internacionales para concretar un préstamo que les permita hacer frente a los vencimientos de deuda que se presentarán a principios de año. Se estima que el préstamo podría rondar los 3.000 millones de dólares, respaldado por reservas en oro y otros activos. A medida que el riesgo país continúa en descenso, situándose este lunes cerca de los 1.200 puntos, las condiciones para negociar podrían mejorar. Sin embargo, tanto en el Gobierno como en los bancos se mantiene la postura de que no hay apuro para cerrar este acuerdo, aunque fuentes del sector anticiparon que podría concretarse a lo largo de este mes. En este panorama, la flexibilidad y la astucia económica serán claves para abordar los retos que se avecinan en el futuro inmediato.

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