Crisis de lealtades: Carrió y Bullrich en un nuevo enfrentamiento político

Las lealtades políticas han mostrado ser inestables en la era de “modernidad líquida”, donde alianzas que alguna vez parecieron firmes se desvanecen rápidamente. Este es el caso de Elisa Carrió y Patricia Bullrich, dos figuras prominentes de la política argentina, cuya relación ha pasado de la colaboración a la confrontación. En un entorno donde los vínculos políticos son tan volátiles, lo que una vez unió a estas líderes parece haberse desmoronado, dejando espacio para acusaciones y rencores que resuenan con fuerza.

La historia de su colaboración se remonta a los últimos años de la primera década de este siglo, cuando Bullrich se unió a la Coalición Cívica que lideraba Carrió. Juntas, formaron parte de la coalición Cambiemos, que logró derrotar al kirchnerismo en 2015. Sin embargo, tras la asunción de Mauricio Macri como presidente, los lazos entre ambas comenzaron a debilitarse y finalmente se cortaron, aunque continuaron dentro del mismo espacio político. En las elecciones más recientes, sus caminos se separaron de manera definitiva; Bullrich lideró una de las fórmulas en las primarias de Juntos por el Cambio, mientras que Carrió apoyó a su rival, Horacio Rodríguez Larreta. Esta división dejó rencores y “cuentas sin saldar” que ahora afloran con virulencia.

El conflicto alcanzó un nuevo pico el pasado sábado, cuando Carrió arremetió en una entrevista en CNN radio, acusando a Bullrich de ser “el brazo operativo de La Libertad Avanza” para captar dirigentes “amarillos”. En su característico estilo directo, Carrió afirmó: “Yo la quiero mucho, pero la conozco. Va comprando dirigente por dirigente. Ella se va con el que tiene éxito. Punto”. Estas declaraciones provocaron la reacción de Bullrich, quien este lunes respondió con un contundente mensaje en la red social X. “No compro dirigentes, los convenzo”, afirmó, antes de lanzar un ataque personal contra su exaliada. Bullrich no escatimó en críticas, recordando la campaña con Rodríguez Larreta y acusando a Carrió de haberse movido “por el vil metal”. Esta afirmación golpea fuertemente el legado de Carrió, quien ha sido históricamente un símbolo de la lucha contra la corrupción en la política argentina.

La respuesta de Bullrich no fue la única; otros dirigentes de la Coalición Cívica se unieron al debate. Maximiliano Ferraro, presidente del espacio, también arremetió contra Bullrich, cuestionando su integridad y lealtad política. Ferraro le recordó a Bullrich su aparente traición durante la campaña electoral, instándole a reflexionar sobre su verdadera convicción política. De igual forma, Juan Manuel López, diputado nacional de la Coalición Cívica, se sumó a las críticas, resaltando la inconsistencia de Bullrich al intentar ahora posicionarse como jefa de Gabinete de Javier Milei. La atmósfera tensa entre ambas figuras es un reflejo de la incertidumbre y el conflicto interno que enfrenta Juntos por el Cambio, en un momento crucial para la política argentina.

Por el momento, Carrió no ha respondido directamente a las acusaciones de Bullrich, pero su posición como referente en la lucha contra la corrupción parece estar bajo ataque. Mientras tanto, el clima de confrontación entre ambas líderes plantea preguntas sobre el futuro de sus respectivas carreras y de la coalición en su conjunto. En esta era de lealtades cambiantes, la política argentina se enfrenta a un panorama lleno de desafíos y divisiones que podrían reconfigurar su mapa político en los próximos meses.

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