El exministro de Economía Domingo Cavallo emitió una advertencia sobre la subestimación de la factura de intereses en pesos, señalando que el Tesoro está renovando su deuda mediante la emisión de letras que cargan los intereses directamente sobre el stock de la deuda, en lugar de registrarlos como pagos realizados. “La factura de intereses en pesos está claramente subestimada porque tanto en 2024 como en 2025, el Tesoro renueva su deuda emitiendo letras con los intereses cargados”, explicó Cavallo en su blog, sugiriendo que esta metodología oculta el verdadero costo de la deuda.
El economista añadió que si bien se espera que los vencimientos de capital en 2024 puedan ser refinanciados sin problemas, existen mayores dudas sobre los pagos que se deben afrontar en 2025. “El ministerio de economía considera que también podrán ser refinanciados”, indicó Cavallo, aunque señaló que los desafíos serán más complejos ese año. La deuda que vence en 2025 alcanza los 9.216 millones de dólares, y Cavallo cuestionó cómo se logrará su refinanciación. Mencionó la posibilidad de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para obtener desembolsos equivalentes a los pagos que se deberán realizar, así como la utilización de swaps garantizados con títulos de deuda a largo plazo e, incluso, parte de las reservas de oro del Banco Central.
La preocupación de Cavallo no es aislada, sino que se alinea con las advertencias de otros analistas económicos. Desde la consultora Equilibra, por ejemplo, señalan que el Gobierno podría alcanzar el equilibrio financiero en 2025 mediante “cierto maquillaje” en la colocación de deuda. Marina Dal Poggetto, de Eco Go, y Nicolás Gadano, de la consultora Empiria, también han cuestionado las estrategias de financiamiento del Ejecutivo, apuntando a una subestimación de los intereses y una dependencia excesiva en el refinanciamiento de la deuda pública.
A pesar de sus elogios a las políticas fiscales del Gobierno, Cavallo ha sido crítico respecto a la política monetaria y cambiaria, instando a que se levante cuanto antes el cepo cambiario para dar mayor certidumbre al mercado. Según el exministro, las dudas sobre el régimen cambiario y la persistencia del cepo son factores que están contribuyendo al elevado nivel de riesgo país, el cual no ha disminuido al ritmo esperado. “El cepo no se levantará durante 2025 e incluso puede seguir en 2026”, advirtió Cavallo semanas atrás, destacando la urgencia de corregir la política cambiaria para estabilizar la economía a largo plazo.
En resumen, Cavallo reitera su apoyo a las medidas fiscales del Gobierno, pero continúa manifestando su preocupación sobre el manejo de la deuda y la falta de claridad en la política monetaria y cambiaria. La necesidad de una mayor transparencia en el manejo de los intereses y una estrategia más clara sobre la deuda en dólares son, para el economista, fundamentales para asegurar la estabilidad económica en los próximos años.