El Banco Nación reactiva la construcción de la Torre Saavedra, un proyecto clave para su modernización

El Banco Nación ha decidido retomar un proyecto inmobiliario que permanecía estancado desde hace años: la construcción de su “edificio tecnológico”, conocido como Torre Saavedra. Este imponente edificio, ubicado en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Saavedra, en el barrio porteño de Balvanera, es una estructura de 16 pisos que hasta ahora funcionaba como un “elefante blanco”. El directorio del banco, presidido por Daniel Tillard, tiene como objetivo finalizar la obra para fines de 2027, coincidiendo con el final del mandato del presidente Javier Milei.

El proyecto de la Torre Saavedra se remonta a 1998, cuando el Banco Nación adquirió el terreno tras ejecutar la garantía ofrecida por la empresa J. Vázquez Iglesias SA. Sin embargo, no fue hasta 2011, durante la gestión de Juan Carlos Fábrega, que se decidió avanzar en la construcción con el objetivo de resolver los problemas de espacio en la Casa Central del banco. La obra se licitó en 2012, pero sufrió varios retrasos, incluyendo la rescisión de contratos en 2019 durante la administración de Javier González Fraga. La pandemia y la evolución del trabajo remoto también complicaron el avance, lo que llevó a que la construcción permaneciera inactiva.

Con el nuevo impulso del actual directorio, el banco planea transformar la Torre Saavedra en un edificio de “categoría triple A”, con tecnología avanzada que le permitirá ser catalogado como “edificio inteligente”. Este nuevo enfoque incluye cumplir con normativas medioambientales y adaptarse a las exigencias del mercado actual. Se estima que la construcción abarcará unos 25.000 metros cuadrados y demandará una inversión aproximada de 40 millones de dólares. La torre alojará a 1.800 empleados que actualmente trabajan en la Casa Central de Plaza de Mayo y en otros edificios alquilados por el banco en el microcentro, principalmente en el área de sistemas y personal de back office.

La Torre Saavedra no es solo un proyecto inmobiliario, sino que representa un símbolo de la inversión en tecnología que el Banco Nación busca realizar para modernizarse y competir con las entidades privadas. Según fuentes internas, “la apuesta es tener una ‘torre Google’, un edificio que sea la cara visible del esfuerzo por avanzar tecnológicamente”. Las autoridades del banco reconocen que el atraso tecnológico es evidente, pero destacan que el BNA ha logrado avanzar significativamente, incrementando su participación en el mercado en 3 puntos porcentuales este año, gracias a una política agresiva de colocación de créditos. “El Estado dejó de ser nuestro principal cliente”, afirmaron. Además, el banco está trabajando en una transformación legal que se implementará próximamente, adecuando sus estados contables para que sean leídos como los de una Sociedad Anónima, bajo el amparo de la Ley Bases.

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