Después de un prolongado período de declive, la economía argentina parece haber encontrado un leve rebote, según los últimos informes del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). En julio, la industria manufacturera creció un 6,9% en comparación con el mes anterior, mientras que el sector de la construcción mostró una recuperación del 8% en el mismo período. No obstante, a pesar de estos signos de mejora, el panorama general sigue siendo preocupante debido a las caídas interanuales persistentes.
A pesar de la recuperación mensual, los datos interanuales revelan una realidad más dura. La producción manufacturera continúa en declive con una pérdida del 5,4% respecto al año pasado y una retracción acumulada del 14,6% en lo que va del año. De manera similar, el sector de la construcción sufrió una caída del 20,4% en julio en comparación con el mismo mes del año anterior, acumulando una disminución del 30,9% en los primeros siete meses de 2023. A pesar de estos resultados negativos, el crecimiento de julio representa el mayor avance del año para la construcción, alcanzando cuatro meses consecutivos de recuperación, según la consultora LCG.
Los datos específicos del sector muestran una mezcla de resultados. En la industria manufacturera, las mayores caídas se produjeron en “Madera, papel, edición e impresión”, con una baja del 17,2%; “Productos minerales no metálicos”, con una disminución del 25,4%; “Productos de caucho y plástico”, con una reducción del 18,9%; y “Industrias metálicas básicas”, con un 10,2% de descenso. En contraste, los sectores que vieron aumentos incluyen “Alimentos y bebidas” (6,2%), “Refinación del petróleo, coque y combustible nuclear” (2,4%) y “Otro equipo de transporte” (3,3%).
El consumo de insumos para la construcción en julio también presenta cifras mixtas. Se observaron bajas significativas en artículos como mosaicos graníticos y calcáreos (-44,9%), artículos sanitarios de cerámica (-34,9%) y pisos y revestimientos cerámicos (-32,6%). A pesar de estas caídas, hay señales de mejora en las expectativas del sector. El 21,8% de las empresas de obras privadas espera un aumento en la actividad, mientras que un 16,4% anticipa una disminución. En el ámbito de la construcción pública, un 17,3% de las empresas prevé una mejora, aunque un 34,5% espera una caída.
LCG destaca que, a pesar del rebote de julio, la industria aún está un 9,4% por debajo del promedio de 2023 y que la construcción, aunque en recuperación, sigue sin alcanzar los niveles de diciembre del año pasado, con una caída del 14%. La consultora menciona que la recuperación de precios de los inmuebles podría ofrecer un alivio, pero los indicadores de avance, como el índice Construya y los despachos de cemento, mostraron caídas en agosto, lo que afecta la imagen positiva del crecimiento de julio.
En cuanto a la industria, los datos recientes ofrecen una visión mixta. Mientras que la producción automotriz creció un 38,7% en julio, sufrió una caída del 4,3% en agosto. La producción de carne vacuna también mostró una contracción del 9,2% en comparación con julio, tras un crecimiento previo del 24,6%. LCG sugiere que, con una demanda interna débil y un tipo de cambio que se aprecia, las perspectivas para el sector continúan siendo inciertas.
En conjunto, tanto la industria como la construcción siguen siendo los sectores más afectados por la caída económica, y se prevé que la economía en su conjunto se contraiga un 3,5% para el año, marcando el segundo ciclo recesivo consecutivo tras 2023.
