Senadores de Unión por la Patria Repudian Duras Declaraciones de Victoria Villarruel contra Montoneros

El interbloque de senadores de Unión por la Patria expresó su firme rechazo a los recientes comentarios de Victoria Villarruel, quien criticó a Montoneros durante un acto realizado en el Día Internacional de Conmemoración y Homenaje a las Víctimas del Terrorismo. En un comunicado difundido por la bancada, los legisladores acusaron a Villarruel, vicepresidenta de la Cámara de Diputados, de tener una “actitud provocadora” y de intentar “presionar a la Justicia para reabrir causas ya juzgadas y prescriptas”.

El comunicado surge en un contexto de tensiones dentro del kirchnerismo, exacerbadas por el reciente acercamiento entre el jefe del bloque K en el Senado, José Mayans, y la vicepresidenta Villarruel. Esta situación ha generado un visible malestar incluso en la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien no tardó en manifestar su desacuerdo con los movimientos de Mayans.

Bajo el título “El Senado no es lugar de los genocidas”, los senadores de Unión por la Patria dejaron en claro su postura frente a lo que consideran una “visión parcial y sesgada” de Villarruel sobre los hechos del pasado. “El acto fue una provocación y reivindicó desde la omisión el genocidio y el terrorismo de Estado”, señalaron en su comunicado, criticando duramente a la titular del Senado por lo que interpretan como un intento de reescribir la historia y justificar las atrocidades cometidas durante la dictadura militar.

Este pronunciamiento público refleja las profundas divisiones y el complejo escenario político que atraviesa el oficialismo, donde las diferencias sobre cómo abordar el pasado reciente del país se han convertido en un punto de fricción cada vez más evidente. Mientras algunos sectores insisten en la necesidad de revisar y cuestionar los relatos históricos establecidos, otros defienden la memoria y el respeto a las víctimas de la represión estatal, considerándolo un imperativo ético y moral. La controversia en torno a las declaraciones de Villarruel es un reflejo de estas tensiones, que continúan marcando la agenda política y social en Argentina.

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