El uso de tarjetas prepagas en Argentina ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, impulsado principalmente por las generaciones más jóvenes, especialmente los “centennials”. Según un informe reciente de Global Processing, una empresa especializada en la procesadora de pagos del mundo fintech, la cantidad de tarjetas prepagas aumentó en casi un 50% durante el último semestre, y el volumen de transacciones con estas tarjetas se disparó en un 325% en comparación con el año anterior.
El informe de Global Processing destaca que más de la mitad (51%) de estas tarjetas prepagas son completamente virtuales, lo que refleja un avance considerable en la digitalización de los pagos cotidianos. Este tipo de tarjetas, que no requieren un soporte físico, han visto un crecimiento del 130% en su adopción en el último año. “Es un producto que viene del ecosistema fintech y por supuesto con un espíritu muy concreto de inclusión financiera”, explicó Patricia Furlong, CEO y Presidente de Global Processing, en diálogo con Clarín. La ejecutiva subrayó que las tarjetas prepagas han facilitado la inclusión financiera de personas que previamente no estaban bancarizadas, permitiendo su integración en el sistema de pagos digitales sin la necesidad de pasar primero por el sistema bancario tradicional.
El informe también revela que las tarjetas prepagas han sido especialmente populares entre los jóvenes de entre 13 y 24 años, conocidos como la Generación Z y Post Z. Cuatro de cada diez tarjetas prepagas pertenecen a este segmento demográfico, quienes las utilizan mayormente en formato virtual para realizar compras relacionadas con gaming, entretenimiento, gastronomía y servicios de streaming. Por otro lado, las tarjetas físicas son preferidas para compras en supermercados, restaurantes y estaciones de servicio. “Desde el punto de vista de los baby boomers vemos adopción del producto, a pesar de que no estén tan cercanos a la tecnología. Y el otro extremos son las generaciones más jóvenes que ya están adoptando el producto desde la adolescencia y que van a diseñar el ecosistema de pagos de los próximos cinco o diez años”, comentó Furlong.
El crecimiento de las tarjetas prepagas también se ve favorecido por recientes medidas del gobierno argentino, que buscan fomentar los pagos digitales en el país. Entre ellas, se encuentra la apertura de la tarjeta SUBE, que permitirá a los usuarios abonar el transporte público con tarjetas de crédito, débito o prepagas, y la digitalización de las propinas. Además, desde el mes próximo, los comercios estarán obligados a ofrecer el dispositivo POS al cliente para que este mantenga el control de sus credenciales al momento de pagar. Según el informe de Global Processing, entre enero y junio de este año, el 42% de los pagos con tarjetas prepagas se realizaron mediante dispositivos contactless, el mismo sistema utilizado por la tarjeta SUBE. Las compras a través de comercio electrónico representan el 25% de las operaciones, seguidas por pagos con chip en terminales físicas y débitos automáticos, que constituyen el 11% de las transacciones.
Este avance en el uso de tarjetas prepagas y la digitalización de los pagos en Argentina no solo refleja un cambio en los hábitos de consumo, sino que también destaca la capacidad del ecosistema fintech para adaptarse a las necesidades de las nuevas generaciones y contribuir a la inclusión financiera en el país. Con una adopción cada vez mayor entre los jóvenes, se espera que las tarjetas prepagas sigan creciendo en popularidad y jueguen un papel crucial en el desarrollo del futuro ecosistema de pagos en Argentina.