Gobierno apuesta a baja de la inflación en septiembre con reducción del impuesto PAIS

El Gobierno se prepara para implementar en septiembre una reducción del impuesto PAIS a las importaciones, pasando del 17,5% actual al 7,5%, un cambio que se espera impacte favorablemente en la inflación del próximo mes. Esta decisión, impulsada por el ministro de Economía, Luis Caputo, fue presentada a empresarios como un incentivo para que reduzcan los precios o, al menos, frenen nuevos aumentos. La medida es parte de una estrategia más amplia para enfrentar la inflación, que en los últimos meses se ha estabilizado en torno al 4%.

Desde el punto de vista fiscal, la reducción del impuesto PAIS representará una disminución en los ingresos del Tesoro de aproximadamente $450.000 millones mensuales. Sin embargo, estos ingresos serán compensados por la reimplantación del impuesto a las Ganancias sobre casi un millón de trabajadores y por la reducción de subsidios al transporte. A partir de este cambio, el gobierno nacional dejará de subsidiar 31 líneas de colectivos en la Ciudad de Buenos Aires y eliminará los descuentos por acumulación de viajes en la red SUBE.

El impacto esperado de la medida en los precios es significativo. El gobierno espera que, al reducir el costo de las importaciones, se logre romper el piso inflacionario que ha prevalecido durante los últimos tres meses. La inflación se ha mantenido entre el 4% y el 4,6% desde mayo, con una inflación núcleo —que excluye los precios más volátiles— en torno al 3,7% y 3,8%. Tanto Caputo como el presidente Javier Milei confían en que para fin de año la inflación será “historia” y proyectan una tasa de variación mensual de precios cercana al 0% o 1%, similar a otras economías de la región.

Sin embargo, los analistas del mercado son más cautelosos. La consultora Analytica, por ejemplo, señala que aún existen factores que podrían mantener la inflación en un rango del 2% al 3% en los próximos meses, como ocurrió en 2017 y durante la pandemia en 2020. Entre esos factores, destacan las negociaciones paritarias de gremios importantes, que ya están pactando aumentos cercanos o superiores al 3,5% para septiembre y octubre, y la constante variación del dólar, que ha sostenido una inflación reprimida.

Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos, advierte que la baja del impuesto PAIS tendrá un efecto positivo, pero puntual. “La primera meta debería ser alcanzar el 2% mensual de inflación núcleo. Si el gobierno persiste con el ajuste fiscal y monetario, es posible lograrlo en un plazo no muy largo”, expresó Tiscornia, subrayando que aún quedan ajustes pendientes en los precios regulados.

Por su parte, Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, sugirió que el momento en que se implemente la reducción del impuesto será clave. “Si el cambio se realiza avanzado septiembre, parte del efecto se sentirá en octubre. Los empresarios podrían aprovechar para recuperar márgenes. Veo posible llegar a una inflación del 2% o 3% mensual hacia fin de año, pero para perforar ese piso será necesario algo más, ya que la convergencia a la tasa de devaluación ha sido lenta”, concluyó.

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