A pesar de la volatilidad en los mercados globales y los indicadores preocupantes de la actividad económica, los activos financieros argentinos han mostrado una notable recuperación en agosto. Las acciones y los bonos locales han registrado ganancias en dólares, y el riesgo país logró romper la barrera de los 1.500 puntos, un logro significativo considerando la situación previa del mercado.
El avance de los activos argentinos coincide con una estabilización en el mercado cambiario. A contramano de las proyecciones oficiales, el Banco Central ha conseguido mantener un saldo positivo en sus intervenciones en el mercado oficial, con compras diarias de dólares, aunque moderadas. Mientras tanto, el dólar paralelo apenas ha mostrado un leve repunte en lo que va del mes, y la brecha con el dólar mayorista se mantiene por debajo del 35%, un indicio de cierta calma en el frente cambiario.
La mejora en los precios de los bonos argentinos ha superado a la de sus pares internacionales, lo que sugiere que factores locales han jugado un papel clave en esta recuperación. Según un análisis de PPI, bonos comparables de países como Nigeria, El Salvador y Ghana subieron entre un 1% y un 2,3% en la última semana, mientras que el GD35, un bono argentino, escaló un 3,8% en el mismo período. “Es evidente que parte del impulso provino de factores idiosincráticos”, comentaron desde PPI, destacando que la relativa estabilidad cambiaria y el saldo positivo del Banco Central en el MULC durante agosto han sido elementos clave para el buen desempeño de los bonos.
A pesar de esta mejora, el riesgo país aún se encuentra lejos de los 1.200 puntos, nivel que había alcanzado hasta mayo. El indicador de la banca JP Morgan cerró la semana pasada en torno a los 1.474 puntos, y persiste el consenso en el mercado de que Argentina necesitará reducir este indicador por debajo de los 1.100 puntos para volver a ser competitiva en los mercados internacionales de deuda. Desde Balanz, señalaron que “la variación mensual fue una caída de 2,6%”, y subrayaron que Argentina se ha desacoplado de la dinámica de sus pares en América Latina, donde el EMBI (Indicador de Bonos de Mercados Emergentes) ha mostrado un comportamiento más volátil.
Paralelamente, el mercado accionario argentino también ha vivido un rally significativo. El índice Merval, que mide el desempeño de las principales acciones que cotizan en la bolsa de Buenos Aires, ha subido más de un 10% en dólares en lo que va de agosto. Algunas empresas locales con cotización en el exterior, como el Grupo Financiero Galicia, han duplicado ese rendimiento, con su ADR (American Depositary Receipt) en Wall Street subiendo más de un 21%.
Los analistas atribuyen parte de este optimismo a la presentación de balances del segundo trimestre, donde varios sectores lograron sortear la caída en la actividad económica y mejorar sus resultados. En Delphos señalaron que “no todas las empresas que cotizan en la bolsa de valores sufren la recesión local”, destacando el buen desempeño de las empresas de servicios regulados, que han recibido aumentos significativos en las tarifas, y del sector petrolero, impulsado por la actividad en Vaca Muerta.
El sector bancario, en particular, aparece como uno de los que podría beneficiarse a corto y mediano plazo. Desde la consultora mencionan que “en la medida que la actividad económica vaya recuperándose, aumentará la demanda de crédito”, lo que podría potenciar la reactivación económica. Sin embargo, el mercado continuará vigilando de cerca la evolución de las reservas del Banco Central y las señales del Gobierno sobre la posibilidad de levantar el cepo cambiario, factores que podrían influir en la estabilidad de los precios locales.