El gobierno nacional anunció la eliminación de la inscripción obligatoria en el Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA) para todos los productores que comercializan granos y derivados granarios para consumo propio. Esta medida, anticipada por el presidente Javier Milei durante la inauguración oficial de la Exposición Rural de Palermo el pasado 28 de julio, busca simplificar los procesos administrativos para los productores agropecuarios.
La Secretaría de Agricultura detalló que esta nueva disposición tiene como objetivo evitar la duplicación de registros y reducir los pasos burocráticos en el sector. “Hasta ahora, los productores que deseaban comprar y/o vender granos para consumo de sus animales debían inscribirse tanto en AFIP como en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA) del Senasa, además del RUCA, bajo la categoría de Comercializador de granos y/o derivados granarios para consumo propio”, explicaron desde la cartera.
Durante los próximos 30 días, los 13.875 operadores agropecuarios actualmente inscriptos en esa categoría seguirán activos en el registro y deberán actualizar su documentación de la misma manera. Pasado ese plazo, el registro en el RUCA dejará de tener efecto y la implementación del nuevo sistema simplificado para los productores que comercialicen granos y derivados granarios para consumo propio quedará a cargo de la AFIP.
El gobierno informó que, bajo esta nueva disposición, los productores que compren granos o derivados granarios seguirán autorizados a recibir cartas de porte de granos y derivados, liquidaciones primarias de granos (compras) y liquidaciones secundarias, según corresponda. “Esta medida simplificará la compra de granos para todos los productores de animales que consumen granos y/o derivados granarios, abarcando feedlots, tambos, granjas avícolas, granjas porcinas, entre otros”, indicó la Secretaría de Agricultura.
La eliminación de la inscripción obligatoria en el RUCA se enmarca en una serie de medidas similares implementadas en junio, cuando se eliminaron 51 registros en el RUCA. Según el gobierno nacional, estos registros “funcionaban como una barrera injustificada al crecimiento y desarrollo del sector agropecuario”. La intención de estas políticas es facilitar el desarrollo del sector, reducir la burocracia y permitir a los productores centrarse en sus actividades productivas sin enfrentar obstáculos administrativos innecesarios.
En resumen, esta nueva disposición representa un esfuerzo por parte del gobierno para aligerar la carga burocrática sobre los productores agropecuarios, permitiéndoles operar de manera más eficiente y con menos restricciones administrativas. La medida ha sido bien recibida por el sector, que ve en ella una oportunidad para mejorar la competitividad y la eficiencia en la producción agroalimentaria.