El cierre de julio reveló un panorama financiero desalentador en Argentina, con pocas excepciones destacables entre los activos financieros. Las acciones mostraron rendimientos variados, pero en general, los bonos en dólares experimentaron caídas significativas que oscilaron entre el 8% y el 13%. Asimismo, los dólares financieros retrocedieron hasta un 4,8%, mientras que el dólar blue apenas subió un 0,4%, lo que no logró atraer a los inversores.

En contraste con estos resultados, el plazo fijo se consolidó como la opción más rentable del mes. Terminó julio con una tasa mensual positiva del 2,9%, destacándose en un contexto adverso para otras inversiones. El dólar mayorista, cuyo acceso está restringido por impuestos, avanzó un 2,2%, en línea con el valor estipulado por el Gobierno.

“Durante el séptimo mes del año, y en sintonía con lo que fue junio, hemos tenido un desempeño negativo para los activos financieros argentinos, que venían de haber mostrado mucha euforia y expectativa durante la primera parte del año”, señalaron desde IOL en su balance mensual. Esta caída generalizada en el mercado se enmarca en un contexto de incertidumbre económica y ajustes en el plan económico del gobierno.

El índice Merval, que agrupa a las principales acciones argentinas, retrocedió un 8,54% en pesos y un 2,19% en dólares durante julio. A pesar de este retroceso, el índice sigue mostrando una ganancia acumulada del 21% en dólares desde principios de año. Dentro del índice, la acción de Sociedad Comercial del Plata (COME) se destacó como la gran ganadora del mes, con un incremento del 18%.

El desempeño negativo de los bonos soberanos también marcó el mes. La “fase 2” del plan económico, que incluyó el primer pago de amortización de bonos a principios de julio, no logró sostener las cotizaciones. A partir de ese momento, los bonos y el riesgo país comenzaron a descender, con el riesgo país cerrando el mes por encima de los 1500 puntos básicos, tras haber estado por debajo de los 1200. El Banco Central terminó julio con un saldo negativo de US$ 182 millones.

A pesar de estos desafíos, el ministro de Economía, Luis Caputo, intentó ofrecer calma al mercado asegurando que los pagos de intereses y capital para el próximo año están garantizados, gracias a un superávit fiscal y una operación de Repo (un crédito con bancos). Esta noticia fue recibida con cierta esperanza por parte del mercado, que logró recuperar parcialmente la caída experimentada durante el mes.

En cuanto a las preferencias de los inversores, IOL ha observado un aumento en la demanda de instrumentos a tasa fija, como las Lecaps, mientras que los títulos ajustados por inflación y dólar han perdido atractivo. Los primeros subieron entre un 3% y un 6%, mientras que los segundos cayeron un promedio del 4%. Esta tendencia refleja un cambio en las estrategias de inversión en respuesta a la volatilidad económica y las expectativas de futuro.