Combustibles: La Brecha de Precios Entre CABA y el Interior se Agranda

El precio de los combustibles volvió a aumentar en todo el país, con un incremento promedio del 3% en las provincias y un notable 5,4% en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) por parte de YPF. Este ajuste tiene como objetivo reducir la diferencia de precios que históricamente ha existido entre la capital y el interior del país, donde los combustibles suelen ser más caros. Actualmente, la diferencia entre los precios en CABA y en algunas provincias puede llegar hasta casi un 10%.

El incremento reciente incluye un traslado al precio final de la devaluación mensual del peso frente al dólar oficial, que es del 2%, y una actualización del 1% en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL). Aunque este último debería ser más elevado, el Gobierno ha decidido no permitir un ajuste mayor para evitar un aumento descontrolado de la inflación. De este modo, el precio de la nafta súper en YPF se comercializa a $992 por litro en las estaciones de servicio de la Ciudad de Buenos Aires. A pesar de que el ajuste en este distrito fue mayor, los precios aún no alcanzan a los de la provincia de Buenos Aires ni a los del interior, donde el costo del combustible es más alto cuanto más lejos se está de la capital.

Este nuevo aumento pone en foco las diferencias de precios en los combustibles en momentos de crisis económica, cuando los consumidores se vuelven más atentos a los costos. En CABA, el litro de nafta súper se comercializa a $992, mientras que la nafta premium alcanza los $1.197 por litro. Estos valores pueden variar dentro de la misma ciudad, dependiendo de la ubicación de la estación de servicio, especialmente si se encuentra en zonas estratégicas como autopistas y rutas de acceso. En la provincia de Buenos Aires, los precios de la nafta más barata ya superan los $1.000, y en el interior, la disparidad puede ser aún mayor.

La disparidad de precios entre CABA y el interior se debe principalmente a que la mayoría de los municipios cobran una tasa sobre el combustible vendido, la cual se traslada al consumidor final. “Si uno descuenta esa tasa, el precio quedaría casi igual al de la Capital Federal”, explican fuentes de la industria. Esta diferencia provoca que muchos consumidores llenen sus tanques cuando visitan la capital, particularmente en distritos como Quilmes, Lanús, Lomas de Zamora, Vicente López, San Isidro y Tigre. Además, esta misma fórmula de tasas adicionales se aplica en otras comunas provinciales de Salta, Santa Fe, Neuquén, Río Negro y Entre Ríos.

La logística de transportar nafta y gasoil desde las refinerías hacia los centros de distribución, el volumen de ventas, el posicionamiento comercial, la competencia y la cercanía entre estaciones de servicio son factores adicionales que impactan en los precios de los combustibles. En los centros urbanos, la competencia tiende a bajar los precios para que las marcas ganen porciones de mercado, lo cual no sucede en localidades más alejadas donde las ventas son menores.

En el interior del país, la disparidad puede ser aún más pronunciada debido a cuestiones impositivas. Las provincias patagónicas, por ejemplo, tienen un régimen especial que les permite pagar menos impuestos a las transferencias de combustibles. En Tierra del Fuego, la nafta súper está por debajo de los $800 y la premium no llega a $1.000. En contraste, en Mendoza, los precios han subido a $1.024 por litro para la nafta súper y entre $1.220 y $1.251 para la nafta premium. En Corrientes, el litro de nafta súper en YPF se vende a $1.104, mientras que la nafta premium llega a $1.344 por litro.

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