Las petroleras YPF y Petronas han seleccionado a la provincia de Río Negro para desarrollar el ambicioso proyecto “Argentina LNG”, que incluye el procesamiento, transporte y licuefacción del gas proveniente de Vaca Muerta. Este proyecto, considerado la inversión más grande en la historia del país, se estima en un rango de 30.000 a 50.000 millones de dólares.
La decisión de ubicar el proyecto en Río Negro representa un duro golpe político para el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. Buenos Aires, con su infraestructura ya desarrollada en el puerto de Bahía Blanca, parecía ser el candidato natural para recibir esta inversión. Sin embargo, la falta de una postura clara de Kicillof sobre el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) fue determinante en la decisión final. El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, había solicitado un gesto de buena voluntad de ambas provincias en disputa. Mientras que Alberto Weretilneck, gobernador de Río Negro, apoyó sin reservas el RIGI y logró el respaldo de la Legislatura provincial y distintos municipios con promesas de exenciones fiscales, Kicillof solo propuso la Ley de GNL, menos generosa que el RIGI.
La elección de Río Negro fue confirmada luego de que YPF y Petronas contrataran a la consultora estadounidense Arthur D. Little para evaluar las condiciones técnicas y económicas de ambas locaciones. Aunque Bahía Blanca presentaba ventajas claras en términos de infraestructura, el RIGI se convirtió en un factor decisivo para inclinar la balanza a favor de Río Negro. Además, las empresas pusieron especial énfasis en la prórroga de jurisdicción, prefiriendo que cualquier diferendo legal se resuelva en la justicia de Nueva York o en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial, en lugar de la justicia argentina.
En La Plata, la sede del gobierno bonaerense, se observa con resignación la decisión de YPF. Cercanos al gobernador Kicillof señalan que esta elección tiene un trasfondo político más que técnico, sugiriendo que el presidente Javier Milei busca castigar a los bonaerenses por no haberlo votado. Argumentan que Bahía Blanca, con su puerto establecido, es una opción más lógica comparada con la aún inexistente infraestructura en Río Negro.
El proyecto de GNL se desarrollará en la localidad de Punta Colorada, frente al Golfo San Matías, con un inicio de operaciones previsto para 2031. Se planea inicialmente la colocación de dos barcazas que funcionarán como unidades flotantes de licuefacción. En total, se estima que el proyecto abarcará exportaciones de 460 barcos anuales, procesando alrededor de 120 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) de gas natural, con ventas al exterior por unos 15.000 millones de dólares.
Para alcanzar estos objetivos, YPF y Petronas deberán encontrar compradores y obtener financiamiento a gran escala. La producción actual de gas natural en Argentina es de aproximadamente 135 a 140 MMm3/d, por lo que el proyecto requiere casi duplicar esta producción en los próximos siete años. En un movimiento paralelo, Pan American Energy (PAE) anunció un acuerdo con la empresa noruega Golar LNG para desarrollar GNL, también considerando a Río Negro como posible ubicación futura, escalando su capacidad a 27 MMm3/d después de 2027.