El dinero en efectivo parece estar quedando obsoleto a la hora de pagar en los supermercados. Según la última encuesta sobre Supermercados realizada por el INDEC, el uso de billetes en las cajas representa apenas el 17% del total de los pagos. Este cambio está impulsado por la inflación, el avance del dinero electrónico y las promociones bancarias asociadas a las compras.
Las tarjetas de crédito son la opción preferida de los argentinos, representando más del 44% de las compras en mayo, lo que supone un aumento del 322.5% respecto al mismo mes del año anterior. En segundo lugar, las tarjetas de débito se utilizaron para cancelar el 30% de las compras, con un incremento del 262% en comparación con mayo de 2023. Aunque los pagos con QR, cuponeras, tickets y tarjetas de regalo representan solo el 8% de los pagos, su crecimiento interanual es notable, alcanzando casi un 500% en los últimos 12 meses.
Este cambio en los hábitos de consumo no es una tendencia reciente. Hace siete años, el uso del efectivo en supermercados estaba cerca del 40%, pero ha disminuido gradualmente año tras año desde 2017. La pandemia de 2020 aceleró esta tendencia, con el aislamiento impulsando las compras digitales y a distancia, y el temor a la manipulación de billetes debido al riesgo de contagio. “En ese momento, buena parte de la población que no estaba familiarizada con los pagos digitales comenzó a operar con tarjeta de débito o billeteras virtuales, y ese uso inicial se transformó en un nuevo hábito de consumo”, explicaron desde el sector de medios de pagos.
El economista Andrés Borenstein, de Econviews, señaló que esta tendencia es global: “Hay una tendencia de largo plazo que es secular: en todos los países del mundo se usa menos dinero en efectivo. La inflación puede incidir, pero en Estados Unidos nadie paga el supermercado con dólares en billete y no es por el impacto de la inflación”. Además, remarcó que la educación financiera ha aumentado entre los argentinos, especialmente entre los segmentos más jóvenes, quienes prefieren invertir su dinero en fondos comunes de inversión en lugar de mantenerlo en efectivo. “Aún después de la caída de las tasas, es preferible tener ese saldo invertido y ganar un 3% que dejar la plata en una cuenta a la vista que paga el 0%”, afirmó.
La inflación y la falta de actualización de los billetes de mayor denominación también han contribuido a esta preferencia por otras formas de pago. Los números del INDEC muestran que la caída del uso de efectivo se ha profundizado desde 2021, junto con el aumento de los precios en la economía. Sin embargo, no es solo la inflación la que impulsa este cambio. La reactivación del crédito y las promociones bancarias también juegan un papel importante, aumentando los beneficios de usar pagos digitales.
En resumen, el efectivo está perdiendo terreno frente a las tarjetas y los pagos digitales en los supermercados argentinos. Esta tendencia, que se ha acelerado por diversos factores económicos y sociales, parece estar consolidándose como el nuevo hábito de consumo entre los argentinos.