Walter Bento, el ex juez federal con competencia electoral de Mendoza, permanece detenido en la cárcel de Almafuerte desde el 8 de noviembre del año pasado. En la misma jornada, Bento fue destituido de su cargo por el Jury de Enjuiciamiento de la Nación debido a un mal desempeño en sus funciones. La decisión de su prisión preventiva fue emitida por el Tribunal Oral Federal II, que lo juzga desde hace diez meses por 15 causas relacionadas con asociación ilícita, abuso de autoridad y enriquecimiento a través de coimas. La detención se produjo tras la pérdida de sus fueros e inmunidad como magistrado.
Desde su arresto, la defensa de Bento ha solicitado en tres ocasiones el arresto domiciliario, argumentando la necesidad de cuidar a su hijo menor, Facundo, quien tiene una discapacidad. Sin embargo, el Tribunal Oral ha rechazado en dos ocasiones los pedidos de prisión domiciliaria y, en una tercera instancia, el miércoles pasado, volvió a denegar la solicitud. A pesar de estos rechazos, el tribunal, integrado por las juezas Gretel Diamante, María Carolina Pereira y Eliana Rattá, ha permitido que Bento realice una visita de cuatro horas a su vivienda para atender las necesidades de su hijo con discapacidad.
El reciente pedido de prisión domiciliaria se basa en una nueva circunstancia familiar: la fractura de pierna sufrida por la esposa de Bento, Marta Boiza, quien también está imputada en el caso junto con los otros dos hijos de la pareja por enriquecimiento ilícito. El accidente ocurrió en el centro comercial Palmares, en Godoy Cruz, durante un enfrentamiento con el periodista y abogado Jorge Caloiro, quien ha denunciado amenazas y lesiones por parte de Boiza y su hijo mayor, Nahuel Bento. Caloiro también ha solicitado una medida cautelar para evitar futuros encuentros con la familia Bento y expresó su preocupación por la violencia durante el incidente.
Marta Boiza se encuentra internada y espera una cirugía para reparar la fractura de tibia y peroné. Ante esta situación, los abogados de Bento, Mariano Fragueiro Frías, Gustavo Gazali y Felipe Salvarezza, presentaron un pedido urgente de prisión domiciliaria, argumentando que Boiza no puede cuidar de Facundo mientras se recupera. La defensa alegó que el hijo de Bento sufre de crisis de nervios, llantos, lesiones autoinfligidas y angustia debido a la ausencia de sus padres. En un esfuerzo por subrayar la situación, la defensa llevó al hijo con discapacidad a la sala de audiencias, acompañado de sus hermanos Luciano y Nahuel.
El Ministerio Público Fiscal, representado por la fiscal Gloria André, rechazó el pedido de prisión domiciliaria, argumentando que las alteraciones en la dinámica familiar no comprometían los derechos fundamentales de Facundo de manera que no pudieran ser atendidos de otra forma. André señaló que los hermanos Nahuel y Luciano podrían hacerse cargo del cuidado de Facundo durante la ausencia de sus padres.
Walter Bento había utilizado sus fueros de magistrado hasta el último momento. Aunque enfrentaba varios procesamientos firmes y había iniciado el juicio en su contra como presunto líder de una banda que ofrecía favores procesales a cambio de coimas en casos de contrabando y narcotráfico, continuó ejerciendo como juez casi dos años después de que surgieran las primeras acusaciones en su contra.