Buenos Aires – La reciente declaración del presidente venezolano Nicolás Maduro, calificando a Javier Milei de “malparido nazi fascista”, ha desencadenado una contundente respuesta por parte del Gobierno argentino. En una medida que marca un cambio significativo en su política exterior, la Cancillería argentina ha informado a la Corte Penal Internacional (CPI) sobre la reincorporación del país a la remisión respecto a la situación de los Derechos Humanos en Venezuela. El Gobierno argentino no solo acusó a Maduro de ser “autoritario” sino también de mantener un “séquito de obsecuentes”.

El portavoz presidencial, Manuel Adorni, fue el encargado de transmitir la respuesta oficial. “El respeto por los derechos humanos no depende de la buena voluntad de un presidente autoritario ni de su séquito de obsecuentes”, afirmó Adorni, en una crítica directa al mandatario venezolano. Adorni también informó que la Argentina, junto con Uruguay, Paraguay, Costa Rica y Guatemala, emitió una declaración conjunta expresando su preocupación por el proceso electoral que tendrá lugar en Venezuela el próximo 28 de julio. “Exigimos el inmediato cese del hostigamiento, persecución y represión contra figuras de la oposición, así como la liberación de todos los presos políticos”, añadió el portavoz.

Además, Adorni reveló que el Gobierno argentino ha revertido una medida adoptada por la administración de Alberto Fernández en 2021, relacionada con los derechos humanos en Venezuela. Este cambio subraya la postura firme de la actual administración de Javier Milei respecto a las políticas de derechos humanos y su distanciamiento de regímenes autoritarios. Adorni concluyó destacando que Argentina espera que se respete el proceso electoral y la integridad de todos los participantes en las elecciones venezolanas del próximo domingo.

Las declaraciones de Maduro se produjeron durante un acto de campaña en el estado de Nueva Esparta, donde el presidente venezolano busca la reelección. Maduro acusó a Milei de estar “pasando la motosierra” a los trabajadores argentinos y lo llamó “malparido nazi fascista”. En su discurso, Maduro preguntó a sus seguidores si querían que Venezuela se convirtiera en el “desastre social de la Argentina de Milei”, a lo que la multitud respondió con un rotundo “no”.

Las relaciones entre Argentina y Venezuela, que fueron estrechas durante los gobiernos de Néstor Kirchner, Cristina Kirchner y Alberto Fernández, han empeorado significativamente desde que Javier Milei asumió la presidencia en diciembre pasado. Los constantes desencuentros entre Milei y Maduro han generado una creciente tensión diplomática entre ambos países.

Consultado sobre las críticas de Maduro, Adorni fue tajante en su respuesta: “Maduro es un personaje que se ha transformado -o siempre lo ha sido- en un dictador. Y las palabras de un dictador no ameritan un análisis porque vienen de una persona que tiene trastocados los valores éticos y morales y, por supuesto, está en contra de lo que nosotros defendemos y pregonamos, que es la democracia”, indicó Adorni.

El actual enfrentamiento verbal y las acciones diplomáticas tomadas por Argentina reflejan la postura firme del gobierno de Milei en defensa de la democracia y los derechos humanos, marcando una clara distancia de los regímenes autoritarios y reafirmando su compromiso con los valores democráticos.