Mañana jueves, se llevará a cabo la reunión del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM), un encuentro crucial que reúne a representantes de empleadores y sindicatos para fijar el valor del salario mínimo y la prestación por desempleo. La cita cobra especial relevancia en medio de las actuales negociaciones del Gobierno, donde las decisiones del Consejo podrían tener un impacto significativo en la economía del país.

La Secretaria de Trabajo ha intervenido en las últimas dos reuniones debido a la falta de consenso entre las partes, estableciendo aumentos que no han satisfecho las expectativas de la Confederación General del Trabajo (CGT). El último ajuste del SMVM se realizó en mayo, y una de las cuestiones a definir es si el nuevo valor se aplicará a partir de julio o si será retroactivo a junio.

La inflación acumulada a junio alcanzó el 79,8%, mientras que el SMVM se incrementó un 50,2% en el mismo semestre, pasando de $156.000 a $234.315. Este aumento no ha sido suficiente para mantener el poder adquisitivo, resultando en un deterioro del 16,5%. Según el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), “esta pérdida se suma a las importantes reducciones que tuvieron lugar en años previos, superando el 10% anual en 2018, 2019 y 2020”. En términos reales, el salario mínimo en julio de 2024 se sitúa un 43% por debajo del nivel de noviembre de 2019 y un 56,4% por debajo del de noviembre de 2015.

El informe de CIFRA destaca el impacto del retroceso histórico del salario mínimo en relación con las líneas de pobreza e indigencia. “Este salario sólo sería suficiente en julio para comprar el 56,8% de la canasta básica de alimentos que define la línea de indigencia para una familia tipo y un 25,6% de la canasta de pobreza, relaciones comparables a las vigentes en la crisis final de la convertibilidad en 2001/2002”. Además, si no se hubiera producido la pérdida de poder adquisitivo desde fines de 2015, el salario mínimo en julio de 2024 habría sido de aproximadamente $540.000, representando más del 143% sobre la canasta básica alimentaria mencionada.

El salario mínimo tiene un impacto directo en los trabajadores registrados, tanto mensualizados como jornalizados, que perciben menos del salario mínimo mensual o por hora. También afecta de manera indirecta a los trabajadores no registrados o informales. Además, establece que los jubilados con 30 o más años de aportes tienen derecho a cobrar el 82% del SMVM.

En términos fiscales, el salario mínimo influía en la exención del impuesto a las Ganancias para los trabajadores que ganaban menos de 15 SMVM, y también en el mayor ingreso neto imponible acumulado sobre el excedente de 15 SMVM. Sin embargo, esta norma fue derogada tras la votación en el Congreso.

La prestación por desempleo se fijó en el 75% del importe neto de la mejor remuneración mensual, normal y habitual del trabajador en los seis meses anteriores al cese del contrato de trabajo que dio lugar a la situación de desempleo.

La reunión de mañana será clave para definir el nuevo valor del SMVM y la prestación por desempleo en un contexto económico marcado por la alta inflación y la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores. El resultado de este encuentro será determinante para la estabilidad económica y social del país en los próximos meses.