Desde el inicio de la próxima semana, el gobierno implementará una medida radical para detener la emisión de pesos, con el objetivo de combatir la inflación y fortalecer la economía. El presidente Javier Milei confirmó que se cerrarán todas las vías de emisión de dinero, en un paso decisivo hacia la eliminación del cepo cambiario y el control de la inflación.
La nueva fase de la política monetaria, conocida como “emisión cero”, busca detener el aumento de la cantidad de pesos en circulación cada vez que el Banco Central compre dólares para incrementar las reservas internacionales. Esta estrategia, según Milei, es fundamental para reducir la inflación y abrir el camino hacia la eliminación del cepo cambiario.
Sin embargo, la implementación de esta política no está exenta de desafíos. El equipo económico reveló que intervendrá en el mercado financiero para controlar la brecha cambiaria, ofreciendo dólares a través de bonos de manera discrecional. Esta medida no solo impactará en las cotizaciones financieras, que han estado en aumento, sino que también ralentizará el ritmo de acumulación de reservas en el Banco Central.
El siguiente paso estratégico, según fuentes gubernamentales, podría incluir un aumento de las tasas de interés para fortalecer el peso y estimular su demanda, cumpliendo así con las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) de establecer tasas reales positivas. La reducción de las tasas de interés fue identificada como uno de los factores clave que contribuyeron a la inestabilidad en el mercado cambiario, aumentando la brecha entre el dólar oficial y el paralelo, lo que podría afectar el proceso de desinflación.
El anuncio de Milei se produce en un contexto de marcada volatilidad en el mercado cambiario, con un dólar blue alcanzando un nuevo récord nominal de $1500 y un aumento leve pero significativo en la inflación durante junio. Este aumento, según analistas, ya comenzó a trasladarse a los precios de consumo, afectando directamente el poder adquisitivo de los ciudadanos.
El gobierno también está trabajando en una solución para los puts, mecanismo introducido por administraciones anteriores para proteger las posiciones cambiarias, que ahora representan un desafío en términos de liquidez y gestión económica. La propuesta actual implica la compra de estas opciones por parte del Banco Central y la Secretaría de Finanzas, con la condición de que los bancos conserven los activos subyacentes en sus carteras.
En resumen, las medidas anunciadas representan un giro significativo en la política económica del gobierno, apuntando a estabilizar el mercado cambiario y controlar la inflación mediante la eliminación gradual de la emisión monetaria. La efectividad de estas acciones, sin embargo, dependerá en gran medida de cómo reaccione el mercado financiero y la economía real en los próximos meses.