Los últimos datos de inflación en Estados Unidos han sorprendido positivamente a los analistas económicos, marcando un punto de inflexión en las expectativas del mercado financiero internacional. En junio, el índice general registró una deflación del 0,1% mensual, en contraste con las previsiones de un aumento del 0,1%. Este descenso fue impulsado principalmente por la caída de los precios de la energía, especialmente los de la gasolina. Mientras tanto, el índice núcleo, que excluye energía y alimentos, aumentó modestamente un 0,1%, mostrando una estabilidad en los precios de los servicios, incluyendo los alquileres, que parecen estar moderándose. Por otro lado, el índice super núcleo, que excluye la vivienda, también mostró una deflación.
Esta sorpresiva tendencia hacia una menor inflación en Estados Unidos ha generado especulaciones sobre las futuras acciones de la Reserva Federal. En su dot plot de junio, la Fed redujo sus proyecciones de recortes de tasas de interés para este año de tres a uno, reflejando un panorama económico que ha cambiado significativamente desde entonces. Jerome Powell, en su reciente informe semestral ante el Congreso, insinuó la posibilidad de un recorte de tasas cercano, señalando debilidades en el mercado laboral con una tasa de desempleo del 4,1% y preocupaciones sobre la salud general de la economía.
Estos datos económicos estadounidenses han tenido un impacto directo en los mercados financieros globales, incluidos los activos argentinos. La disminución de las expectativas de inflación en Estados Unidos ha llevado a una reducción en las tasas de los bonos del Tesoro, lo cual ha influido en las tasas nominales exigidas a los créditos de mercados emergentes como Argentina. Esto se ha reflejado en un aumento en el valor de ETFs como el EMB, compuesto por créditos emergentes, y en el rendimiento positivo del Merval y los Globales argentinos.
Por otro lado, en el ámbito local argentino, el Ministerio de Economía ha tenido éxito en su reciente licitación de bonos y letras, obteniendo un financiamiento neto positivo de $3,18 billones. Esta operación no solo aseguró una cobertura suficiente para los vencimientos pendientes, sino que también demostró una eficiente gestión de los recursos financieros del gobierno. Además, la suspensión anunciada de los pases por parte del Banco Central y la migración hacia las Letras Fiscales de Liquidez (LeFi) marcan un paso significativo hacia la liberalización del mercado cambiario argentino, cumpliendo con los requisitos establecidos para eventualmente levantar el cepo.
En conclusión, los datos de inflación en Estados Unidos han redefinido las expectativas económicas globales, influyendo tanto en las políticas monetarias de la Reserva Federal como en los mercados financieros internacionales. En Argentina, estos desarrollos han sido recibidos con optimismo moderado, destacando la importancia de adaptarse rápidamente a los cambios en el panorama económico global para mantener la estabilidad financiera y promover el crecimiento sostenible.