Desde Estados Unidos, el presidente Javier Milei sorprendió al anunciar una nueva medida económica que busca estabilizar el mercado cambiario argentino. Acompañado por el ministro de Economía, Luis Caputo, Milei explicó que todos los pesos emitidos para comprar dólares en el mercado oficial serán “esterilizados” mediante la venta de esos mismos dólares en el mercado financiero. Esta estrategia, según el presidente argentino, marca “un nuevo upgrade de la política monetaria” dentro de la fase de emisión cero que pretende implementar en el Mercado Único Libre de Cambio (MULC).
La medida, que entrará en vigencia este lunes, ha generado un intenso debate entre economistas y analistas en las redes sociales. Algunos expertos expresan preocupación por lo que consideran “más intervención” del Estado en el mercado cambiario, y han acusado al gobierno libertario de adoptar prácticas que anteriormente fueron criticadas, especialmente relacionadas con la venta de dólares en el mercado de contado con liquidación (CCL).
Luis Caputo detalló en sus publicaciones en redes sociales que la esterilización implicará que la cantidad de dinero en circulación se mantenga constante o disminuya en caso de que el Banco Central venda dólares en el MULC. Este proceso afectará tanto al dólar CCL, adquirido mediante operaciones financieras que llevan las divisas fuera del país, como al dólar MEP, que permanece en el país después de tales transacciones.
Las explicaciones de Caputo no lograron disipar todas las dudas. Varios economistas, como Christian Buteler, cuestionaron la intervención del BCRA en el mercado cambiario y expresaron su preferencia por un sistema más libre de oferta y demanda. Roberto Cachanosky fue aún más crítico, describiendo la medida como una especie de impuesto encubierto al exportador argentino, quien se vería obligado a vender sus dólares al Banco Central a un tipo de cambio menor y vería luego cómo se venden más caros en el mercado financiero.
El debate se intensificó con opiniones diversas sobre los efectos a largo plazo de esta política. Algunos, como Fausto Spotorno, sugirieron que podría preparar el terreno para un eventual levantamiento del cepo cambiario y la normalización económica. Por otro lado, Luciano Cohan planteó que la efectividad de la medida dependerá de la credibilidad del gobierno para mantenerla en el tiempo, advirtiendo sobre posibles consecuencias si el mercado percibe inconsistencias en la política monetaria.
En resumen, mientras el gobierno de Milei busca estabilizar el mercado cambiario y controlar la inflación mediante esta nueva política de esterilización de pesos, el debate continúa entre quienes ven en ella una herramienta necesaria y quienes la critican por sus potenciales efectos distorsivos en la economía argentina. La implementación y los resultados de esta estrategia serán clave para determinar su éxito y su impacto a largo plazo en el país sudamericano.