En lo que va del año, el mercado inmobiliario de Buenos Aires ha experimentado un giro significativo tras la derogación de la Ley de Alquileres, generando un escenario de transformación tanto en la oferta como en la demanda de propiedades. Este cambio se refleja en un notable decrecimiento en las búsquedas de alquileres tradicionales y temporarios, y un incremento en las consultas para la compra y venta de inmuebles, según destacan expertos del sector.

Según el último relevamiento realizado por el portal Zonaprop, las búsquedas para alquiler en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) han disminuido significativamente desde el inicio del año. En enero, los alquileres representaban el 65% de la oferta total, cifra que descendió al 56% en junio. En contraste, las consultas para adquisición de propiedades han aumentado, pasando del 35% al 41% en el mismo período. Este cambio se acompaña de una marcada caída en la demanda de alquileres temporarios, que ahora representan apenas el 2% del mercado, alcanzando un mínimo histórico.

Diego Migliorisi, socio gerente de una reconocida inmobiliaria, señala que desde la derogación de la ley se ha observado un aumento significativo en la oferta de propiedades en alquiler, lo que ha equilibrado el mercado y ha reducido la presión sobre la demanda de alquileres. Esta situación también ha llevado a que muchas unidades antes destinadas a la venta ahora se ofrezcan en alquiler.

“Con la implementación de créditos y un marco regulatorio más estable, hemos visto un incremento en el número de compradores interesados en adquirir propiedades”, destaca Migliorisi. Según su análisis, este período marca el comienzo de una nueva etapa para el mercado inmobiliario argentino, caracterizada por una mayor actividad en transacciones de compra-venta.

Oscar Puebla, otro actor relevante en el sector, comparte estas expectativas y subraya que si bien aún existen desafíos en la implementación de créditos hipotecarios, ya están en marcha varias operaciones que prometen dinamizar aún más el mercado. “Las operaciones con créditos aún no están completamente asentadas, pero hemos logrado concretar varias transacciones”, asegura Puebla, refiriéndose a una tendencia creciente hacia la compra impulsada por condiciones más favorables para los inversores.

En términos de preferencias de los consumidores, los departamentos siguen siendo los inmuebles más demandados para alquiler, acaparando el 83% de las búsquedas, mientras que las casas y los PHs representan el 17% restante. Los PHs, en particular, son altamente valorados por su falta de expensas, lo que los convierte en una opción escasa pero muy buscada en el mercado.

El análisis por zonas muestra que barrios como Palermo, Recoleta y Belgrano continúan siendo los más populares entre los buscadores de propiedades, mientras que áreas como Monserrat, Coghlan y Colegiales experimentan una menor demanda. Además, se observa un cambio en la preferencia según la antigüedad de las propiedades, con una clara inclinación hacia las unidades con entre 25 y 50 años de antigüedad en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

Fernando Pozzi, representante de una firma con influencia en la zona Norte, destaca que la mayor oferta de propiedades ha contribuido a estabilizar los precios de los alquileres, que ya no experimentan aumentos tan pronunciados como en el pasado. “La mayor oferta está compensando la demanda, lo cual es positivo para el mercado”, comenta Pozzi, resaltando un cambio significativo en la dinámica del mercado inmobiliario.

En cuanto a la moneda de transacción, ha habido un marcado descenso en la búsqueda de alquileres en dólares, una tendencia que había ganado fuerza con los alquileres temporarios dirigidos a extranjeros. Desde enero de 2024, los avisos en pesos han captado tres veces más interés que los publicados en dólares, marcando una reversión respecto al período anterior donde los avisos en dólares dominaban el mercado.

En resumen, el primer semestre de 2024 ha sido testigo de importantes cambios en el mercado inmobiliario de Buenos Aires, impulsados por la derogación de la Ley de Alquileres y condiciones económicas favorables para la inversión. Con un aumento en las consultas para compra y venta de propiedades, y un ajuste en la oferta y demanda de alquileres, el sector se prepara para un segundo semestre marcado por nuevas oportunidades y desafíos.