Javier Milei Busca Reconciliación con el Papa Francisco en Medio de Tensiones Sociales

El presidente Javier Milei continúa enviando señales conciliadoras hacia el Papa Francisco. En una serie de entrevistas recientes, Milei reiteró sus disculpas por los agravios pasados hacia el pontífice y mostró una autocrítica por sus críticas previas. Además, expresó comprensión hacia las masas militantes en dos templos bonaerenses, un acto que el Arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, condenó enérgicamente.

A pesar de la aparente distancia, marcada por el recibimiento del Papa a sindicalistas de Aerolíneas Argentinas y al gobernador bonaerense Axel Kicillof en momentos clave del debate sobre la privatización de la aerolínea, Milei persiste en su actitud conciliadora. “Me equivoqué porque en el fondo lo estaba criticando por pensar diferente, por tener una lectura de las Sagradas Escrituras diferente a la que yo tengo”, afirmó Milei en La Nación +. Reconoció que anteriormente había interpretado la postura del Papa como una manifestación de peronismo, lo cual consideró un error.

En una entrevista con TN, Milei mostró comprensión hacia los curas y feligreses que corearon consignas opositoras en misas tras la muerte de figuras como Nora Cortiñas, Adolfo Pérez Esquivel y un sacerdote desaparecido durante la dictadura. “No creo que lo espiritual sea el ámbito de la política. Lo que hicieron no tiene nada que ver con mi forma de vivir la espiritualidad”, declaró, añadiendo que “hay quienes pueden vivir la espiritualidad de otra manera, aunque yo no participaría en algo así”.

La insistencia de Milei en reconciliarse con el Papa ha suscitado diversas interpretaciones entre los cercanos al pontífice argentino. La principal hipótesis es que Milei anhela que Francisco visite Argentina, lo cual podría servir como un apoyo social significativo. En marzo, durante una entrevista con CNN, Milei afirmó estar dispuesto a “convertirse en una especie de bastón humano” para el Papa si fuera necesario, aunque subrayó que la decisión debería ser tomada sin presiones, reconociendo la gran exigencia física que implicaría la visita.

Este anhelo de recibir al Papa no se limita a una foto histórica. Se evalúa que la presencia de Francisco podría ser un apoyo crucial en un contexto de creciente tensión social, especialmente hacia finales de año debido a la dureza del ajuste económico. Con la mitad de la población por debajo del umbral de pobreza y casi nueve millones de indigentes, la reactivación económica sigue retrasada, aumentando la pregunta sobre cuándo la tolerancia social llegará a su límite.

En respuesta a la creciente tensión, el gobierno ha incrementado los fondos para programas sociales, aunque la distribución de alimentos ha sido insuficiente. La Justicia investiga a movimientos sociales y cooperativas por la gestión de ayudas sociales, mientras que una auditoría reciente detectó irregularidades en el Fondo de Integración Sociourbana (FISU), destinado a obras en localidades y barrios populares. La Iglesia, a través de una misa en La Matanza y un encuentro en Quilmes, ha pedido que las investigaciones no detengan la asistencia alimentaria y las obras necesarias para los más desfavorecidos.

En este contexto, mientras Milei busca facilitar la visita del Papa, la Iglesia parece recordarle la urgencia de atender a los más necesitados, reduciendo la conflictividad social y facilitando así la decisión de Francisco de visitar su tierra natal.

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