La economía argentina enfrenta una preocupante caída en la actividad durante el primer trimestre del año, generando dudas sobre su capacidad para salir de la recesión. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que el Producto Bruto Interno (PBI) se redujo un 2,6% en comparación con el último trimestre del año pasado, reflejando el impacto del plan de ajuste implementado por el presidente Javier Milei. Este resultado fue peor de lo anticipado por varias consultoras económicas.
“El dato empeoró el arrastre estadístico. Revisaron a la baja la medición desestacionalizada del cuarto trimestre de 2023 y para el primer trimestre de 2024 fue un 2,6%, una caída mayor a lo que esperábamos para que la caída de todo el año sea del 3,5%, como estima el FMI”, explicó Jorge Vasconcelos, economista jefe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral). Este retroceso sugiere que la recuperación en el tercer y cuarto trimestre de 2024 deberá ser más sólida para evitar una recesión aún más profunda de la proyectada por el Fondo Monetario Internacional (FMI). En su último informe, el organismo internacional ajustó su pronóstico, anticipando una caída del 3,5% anual, excluyendo al sector agrícola.
El impacto del sector agropecuario en la economía es significativo y complejo. “El tema de la incidencia del agro no es tan sencillo, estaría rebotando 80% interanual contra el mismo período de 2023 por la sequía, entonces una pequeña variación mete mucho ruido. Y respecto a la masa salarial uno ve un piso claro en el segundo trimestre respecto del primero de este año, se está recuperando el salario privado, jubilaciones y planes sociales”, añadió Vasconcelos. Aunque el gobierno asegura que la economía ya ha comenzado a repuntar, consultoras y el FMI sostienen que la reactivación podría demorarse hasta finales de este año.
Un informe de la consultora ACM señaló: “Si la inflación mantiene la tendencia reciente, esperamos una mejora en los salarios reales en el último trimestre de este año, recuperando parcialmente lo observado en el consumo”. Sin embargo, el mayor interrogante sigue siendo el cuarto trimestre, cuando el gobierno podría definir un nuevo régimen monetario y cambiario. “El último trimestre es hipotético, depende de cómo se defina la salida del cepo y la tablita cambiaria, lo relevante es si muestra una mejora respecto del trimestre previo”, advirtió un economista de la Fundación Mediterránea.
La situación económica argentina continúa siendo incierta, y las próximas decisiones del gobierno serán cruciales para determinar si el país puede evitar una recesión más profunda y lograr una recuperación sostenida. La comunidad económica y los ciudadanos esperan con expectación los próximos pasos en la política monetaria y fiscal del gobierno de Milei.
