El jefe de Gobierno argentino, Javier Milei, realizó este domingo una visita histórica a Berlín al reunirse con el canciller alemán, Olaf Scholz, marcando así su primer encuentro oficial con un líder socialdemócrata desde que asumió la presidencia hace seis meses.
La cita, que tuvo lugar en la cancillería alemana, estuvo programada para durar una hora y se centró en temas cruciales para ambas naciones, incluyendo las reformas económicas de Argentina y las negociaciones para un acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur.
El gobierno alemán destacó la importancia de que las reformas en Argentina sean socialmente compatibles y preserven la cohesión social, subrayando la necesidad de asegurar que las medidas implementadas tengan un impacto positivo y sostenible en la población.
Además, se discutió la posible adhesión de Argentina a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), así como la situación en Ucrania y la responsabilidad de Rusia en el conflicto.
Por otro lado, la poderosa Cámara Alemana de la Industria y el Comercio (DIHK) expresó una mezcla de esperanza y preocupación respecto al plan de ajuste económico de Milei, señalando que aunque se ha logrado un superávit presupuestario por primera vez en 16 años, persiste el escepticismo sobre la efectividad a largo plazo de las medidas implementadas.
El encuentro no estuvo exento de críticas y manifestaciones. Frente a la cancillería en Berlín, un grupo de activistas argentinos protestó contra la visita de Milei con pancartas y consignas, reflejando las divisiones y el debate público en torno a las políticas del presidente argentino.
En resumen, la reunión entre Milei y Scholz no solo marcó un hito diplomático sino que también puso de relieve los desafíos y las expectativas mutuas en materia económica y política internacional, mostrando cómo líderes de diferentes orientaciones ideológicas pueden dialogar y colaborar en temas de interés común a nivel global.