El Gobierno argentino ha anunciado que solo levantará el cepo al dólar cuando esté seguro de que no representará “riesgos excesivos para el proceso de reducción de la inflación” y el fortalecimiento del balance del Banco Central (BCRA). Esta decisión fue comunicada el jueves por la noche en un comunicado conjunto entre el Ministerio de Economía y el BCRA, tras la aprobación de la octava revisión al acuerdo de Facilidades Extendidas (EFF) por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI). Este acuerdo, negociado en 2022, tiene como objetivo refinanciar el préstamo de 45.000 millones de dólares tomado en 2018.

En el comunicado, se explicó que “el BCRA continuará conduciendo la política monetaria de manera flexible, prudente y pragmática”. A medida que se avance en la recuperación de las herramientas de política monetaria y el control de los factores de creación de dinero, se presentará al FMI un marco de programación monetaria a finales de junio de 2024. “El fin de ese marco es contribuir a reducir aún más la incertidumbre al brindar más información sobre el comportamiento proyectado de las variables monetarias, consistente con la continuidad del proceso de estabilización macroeconómica”, señala el documento.

El proceso de eliminación de los controles de capitales y la flexibilización en materia cambiaria será definido por las autoridades argentinas, tomando en cuenta la evolución de las variables económicas relevantes. Estos parámetros serán compartidos con el FMI, pero no incluirán compromisos específicos en cuanto a fechas o medidas. El Gobierno presentará una hoja de ruta o programa monetario al FMI a fin de mes, cuyo objetivo es reducir la incertidumbre proporcionando más información sobre las proyecciones de las variables monetarias.

Según fuentes oficiales consultadas por Clarín, las autoridades realizarán ejercicios de proyecciones de oferta y demanda de dinero para evaluar los riesgos de posibles desequilibrios y determinar las medidas a tomar en caso de que se presenten. “La fortaleza del ancla fiscal ayuda a que sea un proceso sólido”, indicaron las fuentes. La programación monetaria se centrará en tres elementos principales: las tasas de interés, los agregados monetarios y el tipo de cambio.

El objetivo del Gobierno es que, al finalizar este proceso de levantamiento de las restricciones para el acceso a dólares, se promueva una competencia de monedas en la cual el peso se fortalezca gracias a las condiciones fiscales. La dolarización completa no es viable en este momento debido a la falta de una oferta genuina de divisas. Este enfoque busca asegurar una transición estable y ordenada en la política monetaria del país, minimizando los riesgos y contribuyendo a la estabilidad macroeconómica.