El Banco Nación reveló su balance contable correspondiente al año 2023, anunciando una ganancia sin precedentes de 2.200 millones de dólares. Según las autoridades de la entidad, este éxito financiero se atribuye en gran medida a las inversiones en títulos públicos, destinadas a mitigar el déficit fiscal durante el último año del mandato de Alberto Fernández, Cristina Fernández y Sergio Massa.
Sin embargo, estas cifras positivas están acompañadas de una preocupante contrapartida: los préstamos otorgados tanto al sector productivo como a las familias han disminuido considerablemente, alcanzando un mínimo histórico del 25,8% sobre los depósitos. Además, el balance revela un aumento significativo en la irregularidad de la cartera de préstamos, llegando al 12,2%, lo que representa un deterioro en comparación con el resto del sistema financiero nacional. Este incremento en la morosidad contrasta con el promedio del sector, triplicándolo según los últimos informes del Banco Central.
El presidente del Banco Nación, Daniel Tillard, justificó estas decisiones al señalar que, bajo la gestión anterior, la entidad priorizó la adquisición de Leliqs y títulos públicos para financiar el déficit del Tesoro Nacional. Tillard enfatizó la necesidad de un reordenamiento económico bajo la administración del presidente Javier MilBNA, destacando la importancia de aumentar los préstamos a las PyMEs y las familias para impulsar el crecimiento económico y la eficiencia bancaria. Asimismo, subrayó la importancia de la transformación del Banco en una Sociedad Anónima para mejorar la transparencia y eficiencia en su gestión.
Fundado hace 132 años con el propósito de servir a la industria, el comercio y apoyar a los pequeños empresarios, el Banco Nación enfrenta ahora el desafío de equilibrar sus ganancias récord con la necesidad de fortalecer su papel como facilitador del crecimiento económico y el acceso al crédito para los sectores más vulnerables.