En medio de un panorama económico desafiante, la clase media porteña enfrenta una escalada de precios que está llevando a muchas familias al límite de la pobreza. Según datos de la Dirección de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, para ser considerada de clase media por ingresos, una familia tipo necesitó ganar más de un millón de pesos en febrero, sin incluir el costo del alquiler. Esta cifra se eleva aún más para aquellos que alquilan, superando los $1.300.000 mensuales.
El impacto de este incremento de precios es evidente en el aumento de la pobreza y la indigencia en la ciudad. Con la canasta familiar de pobreza alcanzando los $684.115 en febrero y proyectándose por encima de los $770.000 para marzo, muchas familias se encuentran luchando por cubrir necesidades básicas como la alimentación. El costo de vida se ha vuelto especialmente oneroso para quienes ya estaban en situación de vulnerabilidad, exacerbando aún más la brecha social.
Los datos oficiales revelan un preocupante aumento en la línea de pobreza y de indigencia en comparación con el año anterior. En febrero, la línea de indigencia para una familia tipo experimentó un incremento del 310,19%, mientras que la línea de pobreza se encareció en un 290,74%. Estos aumentos superan con creces el ritmo de la inflación, lo que indica que las familias de menores recursos son las más afectadas por la crisis económica. Los alimentos, en particular, han experimentado aumentos significativos, con incrementos del 16,4% en pan y cereales, 17,1% en lácteos y huevos, y 7,9% en carnes y derivados durante el mes de febrero.