La Defensoría del Pueblo de la Nación (DPNA) expresó su preocupación ante los recientes aumentos coordinados implementados por las empresas de medicina prepaga, advirtiendo que esta situación “pone en riesgo el acceso a la atención médica”, especialmente para los jubilados. El organismo destacó la situación de las personas mayores que, con jubilaciones insuficientes y limitadas opciones prestacionales, se ven indirectamente forzadas a abandonar el sistema de salud.

La Defensoría enfatizó que durante la etapa de la adultez, cuando más se necesita atención médica, los aumentos unilaterales en las cuotas por parte de las empresas afectan significativamente a este grupo vulnerable. Argumentaron que, al aumentar las cuotas en la adultez, cuando se requieren más los servicios médicos, estos incrementos podrían considerarse pagos sin causa, ya que se realizaron durante períodos en los que el sistema de salud fue poco solicitado.

Las principales empresas de medicina prepaga anunciaron aumentos elevados y coordinados para enero y febrero, a pesar de las quejas de los afiliados por demoras en los turnos y las demandas de los profesionales de la salud por bajos honorarios. Ante esta situación, la DPNA propuso una solución para evitar perjuicios a la población afectada, sugiriendo una compatibilización entre las necesidades de los afectados y la autonomía de la voluntad para contratar. La propuesta contempla mantener el régimen anterior a los últimos aumentos para los sectores ya inscriptos y adultos mayores, y permitir plena libertad de contratación para nuevos afiliados, promoviendo así la competencia y protegiendo a los adultos mayores de situaciones de indefensión.

La Defensoría subrayó la importancia de garantizar el acceso a la atención médica como un derecho fundamental y recordó pronunciamientos previos de la Justicia Federal y la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) contra aumentos arbitrarios en función de la edad. En este contexto, propuso medidas para equilibrar las necesidades de la población afectada y la autonomía de la voluntad en la contratación de servicios de medicina prepaga.**