En la última licitación de los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal), destinados a importadores con deuda comercial, se registró una demanda significativa, alcanzando la totalidad de las ofertas por un valor nominal de US$1.179 millones. Este resultado contrasta con las dos primeras licitaciones, donde la oferta de los importadores fue notablemente menor a las expectativas iniciales. En total, las tres licitaciones acumularon un monto de US$1.304 millones.
El research analyst de Cocos Capital, Tobías Sánchez, atribuye el éxito de la última licitación a “un cambio significativo en las condiciones del mercado”. La brecha cambiaria, que ha superado el 40% en las últimas semanas, ha vuelto más atractiva la participación en la subasta de Bopreal. Sánchez destaca que este escenario permite a los importadores licitar y vender el bono contra el Contado con Liquidación (CCL), eludiendo así las restricciones entre el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) y el CCL.
El mecanismo operativo implica que los importadores entregan pesos al Banco Central a cambio del Bopreal. Si desean obtener dólares rápidamente, lo venden en el mercado secundario antes del vencimiento en diciembre de 2027. Este proceso proporciona a los importadores un tipo de cambio estimado alrededor de los $1.250, según analistas, dado el contexto actual.
La brecha cambiaria entre el dólar oficial y el CCL, que se encontraba en el 45% durante la licitación, ha contribuido al atractivo del Bopreal. Damián Pierri, investigador del IIEP-Buenos Aires, sugiere que el instrumento podría actuar como un “estabilizador automático” de la brecha cambiaria, en conjunto con el dólar “blend” para exportadores.
Otro elemento que añade atractivo al Bopreal es la decisión del Banco Central de permitir a empresas sin cuentas en el exterior transferir los dólares a cuentas de terceros después de la operación en el mercado secundario. Esta medida busca atraer a las pymes a la suscripción del instrumento.
De cara a futuras licitaciones, se esperan condiciones favorables para los importadores, como el acceso a la compra de dólares CCL, ventajas impositivas en enero, mayor liquidez en el mercado secundario y la continuidad de niveles de brecha cambiaria elevados, según Tobías Sánchez de Cocos Capital. La herramienta, diseñada para aliviar la deuda comercial de las empresas, es parte de la estrategia del Banco Central para estirar los plazos de pago y retirar pesos del sector privado.